La tumba de Platón se encontraba en un jardín privado en la Academia de Atenas. Este es el último hallazgo en la ciudad de Herculano, enterrada junto a Pompeya por la catastrófica erupción del Vesubio del año 79 que arrasó la bahía de Nápoles, y que, como su ciudad hermana, no deja de aclarar misterios históricos a medida que la tecnología avanza. Los papiros carbonizados encontrados en una de sus mansiones acaban de responder otra cuestión milenaria: la localización de la sepultura del filósofo en la antigua Academia de Atenas.