Con la Semana Santa aparecen platos típicos que normalmente son muy especiales para fechas tan características. Al encanto de las procesiones, de los actos religiosos y, en definitiva de las vacaciones para muchos de los españoles, también aparecen viejas tradiciones culinarias, que han ido perdurando a lo largo de los siglos, y que suponen una obligación tanto para los devotos como para los que no los son. Platos curiosos, y otros alimentos que se pueden tomar a lo largo de todo el año. Pero que buena ocasión para disfrutar de ello. Y si puede ser en la mejor compañía, mejor que mejor.
Desde La Razón les proponemos siete platos típicos para disfrutar esta Semana Santa en tierras castellanos y leonesas.
1. Sopas de ajo
La receta muy es fácil ya que solo se necesita pan, ajos, agua, aceite, pimentón, huevos y sal. Y si están servidas en un cuenco de barro, ideal. En Zamora es algo más que tradicional para desayunan en la madrugada del Viernes Santo en la parada de la procesión de Jesús Nazareno. El mejor manjar para entrar en calor, sobre todo si a esas horas hace frío.
2. Dos y pingada
Se trata de un plato muy típico en la provincia zamorana. Calorías a tope. Almuerzo para el Domingo de Resurrección. Dos huevos fritos, con dos lonchas de jamón pasadas por la sartén y que hay que tomar recién hecho. Son cientos las raciones que se sirven ese día. Un plato nacido en el barrio de La Horta. Ahora se le añaden otros productos, también de carne, como chorizo o panceta. Cada vez es más frecuente que los zamoranos se congreguen en el bosque de Valorio para disfrutar de esta preparación.
3. Potaje de Vigilia
Un buen potaje no puede faltar el Viernes Santo. Los ingredientes pueden ser variados, dependiendo de la zona, pero no pueden faltar el bacalao desmigado, garbanzos, espinacas. alubias blancas o huevo. Para chuparse los dedos. Y más si lo preparan nuestras abuelas.
4. Patatas viudas
Para estos días no puede faltar un buen plato con las patatas como protagonistas. Estas se llaman viudas. Es decir, sin acompañamiento alguno salvo condimentos. Solo se cuecen, aderezan con pimentón dulce, aceite de oliva y sal y a comer.
5. Bacalao
Es otro de los platos protagonistas durante el Viernes Santo, también en la provincia de Zamora, Concretamente en Benavente, acompañado por pimientos, un plato que hace las delicias de los comensales.
6. Hornazo
Tampoco puede faltar en esta lista el hornazo salmantino, que se puede degustar el lunes después de Semana Santa, “El Lunes de Aguas” y acompañado y junto al río Tormes para romper la penitencia. Masa de hojaldre con unos contundentes ingredientes en su interior como lomo, chorizo, tocino, panceta, huevo. Vamos, otra bomba, pero que está espectacular.
7. Torrijas
Y finalizamos nuestro repaso con las torrijas. De postre. Una auténtica delicattessen. Hace falta para ello pan duro, leche, huevos. limón, aceite, canela y azúcar. Alguno le ponen hasta miel. Entran solas. Una recomendación personal: las de la confitería Zurita, en la capital vallisoletana.
