El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, planea remodelar su Gobierno después de las elecciones europeas del 9 de junio y antes de las vacaciones de agosto. El runrún de los últimos meses sobre la posible salida de Carmen Crespo, consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, para integrar la lista del PP al Parlamento Europeo se confirmó por fin ayer. Una vacante que no provocará cambios inmediatos porque la intención de Moreno es que otro miembro del ejecutivo asuma las competencias provisionalmente y que la crisis de Gobierno, que incluirá una reordenación de responsabilidades, permita iniciar el nuevo curso político con garantías, fijando ya la vista en la recta final de su segunda legislatura.
El Partido Popular parte con muchas expectativas de éxito el próximo 9-J, cuando se elegirán los 61 eurodiputados españoles –son listas cerradas– y la figura de Carmen Crespo, tras más de un lustro gestionando las políticas agrarias e hídricas de una de las regiones del continente más afectadas por el cambio climático y la sequía, al tiempo que una potencia agroalimentaria, encaja como un guante. La política almeriense ha sabido aunar al sector en un contexto complicado por la compleja negociación de la PAC. Los votantes del campo, los mismos que se han estado manifestando los últimos meses, tienen las ideas claras respecto al futuro y han reclamado un giro de 180 grados en las decisiones adoptadas desde Bruselas, en las que se ha priorizado la visión medioambiental sin mimar a agricultores, ganadores y pescadores europeos. Moreno calificó a Crespo como «la persona idónea». El PP, además, apuesta por crear la figura del comisario de Agua.
El presidente ya avanzó que el cambio en el ejecutivo será «tranquilo». El cese de la consejera es probable que se materialice en el Consejo de Gobierno de la próxima semana. «Como hay un gran equipo no va a generar ningún problema», indicó el presidente. «Las cosas se hacen con tranquilidad y con serenidad. Este es un Gobierno tranquilo y los cambios no hay que hacerlos rápido; hay muchas posibilidades y simplemente se delega esa función a otro consejero y se sigue trabajando con normalidad», agregó.
Entre las opciones más «razonables» para sustituir a Crespo se encuentra Ramón Fernández-Pacheco, consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y portavoz del Gobierno. Es de Almería como Crespo, conoce las competencias y su agenda diaria cobraría más relevancia –Sergio Arjona, viceconsejero en Medio Ambiente, sería el relevo natural en Sostenibilidad–. Pero hay más opciones, empezando por el propio portavoz de Agricultura en el Parlamento, Alberto Sanromán, que formó parte del equipo de Crespo en la primera legislatura; Vicente Pérez, exviceconsejero en la misma consejería y que salió de forma precipitada; y hasta la delegada del Gobierno en Almería, Aranzazu Martín, y ex delegada de Agricultura muy próxima a Crespo en la gestión diaria el último lustro. La decisión, en cualquier caso, se dilatará al menos un mes, cuando Moreno pretende ir un poco más allá. La crisis de Gobierno contempla cambios de consejeros y alguna modificación en el reparto de competencias. En algunas quinielas ya se da por hecho que Turismo y Cultura se podrían separar.
Una de las cuestiones que Moreno lamentó al formar el gobierno tras lograr la mayoría absoluta en junio de 2022 fue la imposibilidad de acceder a mejores perfiles profesionales por cuestiones económicas. El pasado mes de diciembre se aprobó una subida del 15% de los sueldos de los altos cargos de la Administración. El Pleno del Parlamento, por lo demás, continuó por la misma deriva de los anteriores. Moreno continúa centrado en sacudirse las críticas de la oposición reclamando al Gobierno la financiación que Andalucía merece y que lastra los servicios públicos al no contar con 1.500 millones de euros anuales de los que le corresponderían. Y Moreno pidió ayer a Juan Espadas, líder del PSOE-A, que explique por qué el Gobierno de Pedro Sánchez invierte «ocho puntos» más en Cataluña que en Andalucía.
Moreno y Espadas mantuvieron un enfrentamiento dialéctico durante la sesión de control. El socialista le preguntó por el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos, aunque la intervención acabó derivando en la supuesta manipulación de Canal Sur. «La factoría de Moncloa ha vuelto a marcar la agenda al PSOE-A o lo que quede de él», advirtió el presidente, mientras Espadas denunciaba que «todos los días» los informativos de la Radiotelevisión Pública Andaluza se dedican a la «confrontación» entre la Junta y el Gobierno y al «autobombo» del presidente andaluz. Moreno le recordó que justo hoy iba a ser entrevistado en la cadena pública.
