PhotoEspaña 2024 echa a andar con la belleza del movimiento

PhotoEspaña 2024 echa a andar con la belleza del movimiento

En una conversación mantenida entre el fotógrafo Richard Learoyd y la curadora de arte Sandra S. Phillips, se habla del concepto de “magia intangible” para referirse a la intensidad visual de su obra. “Hay algo incontrovertiblemente presente en las personas que él fotografía: están más vivas, son más hermosas y más indefensas, incluso más vulnerables que las que vemos en la mayoría de las fotografías porque la forma en la que están hechas tiene mucho que ver con la inquietante proximidad que sentimos al enfrentarnos a ellas”, señala Phillips en un momento del intercambio.

En el fondo, está hablando de la distancia que elegimos cuando nos posicionamos delante de una fotografía, de la importancia genuinamente natural que ejerce el movimiento ya no solo en el instante de la contemplación sino en la esencia del elemento fotografiado. Y es precisamente eso, el movimiento, lo que vertebra, sacude y celebra este año una edición de PhotoEspaña que se adentra en una nueva etapa bajo la dirección de María Santoyo como ya anunciamos hace unos meses desde este periódico y cuya programación se presentó ayer de manera oficial en el Círculo de Bellas Artes. Algo es seguro: la amalgama infinita de propuestas vaticina un potente despliegue de belleza y talento.

Del 10 de mayo al 29 de septiembre, España se convertirá en el obturador nacional de la cultura contando con el despliegue de 84 exposiciones y la participación total de 239 artistas visuales. Desde la apuesta por el talento emergente representada en esta ocasión por las propuestas de autores como las gallegas Catara Rego y Lúa Ribeira (miembro de Magnum), la haitiana Widline Cadet o el argentino Sebastián Bruno, hasta los diálogos creativos establecidos entre los principales museos estatales y distintos autores de creación visual contemporánea, pasando por grandes retrospectivas de tres autores internacionales.

Por un lado Erwin Olaf, en la primera gran muestra dedicada a su obra en la que estuvo tremendamente involucrado hasta su fallecimiento y que tendrá lugar en Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa; por otro, el ucraniano Boris Savelev, cuyo trabajo podrá verse por primera vez en España en las inmediaciones de la Serrería Belga y finalmente la fotógrafa Barbara Brändli, con una amplia exposición de su archivo, mayormente inédito, que acogerá CentroCentro.

Asimismo, la Fundación Canal dedicará una exposición a otro de los grandes nombres, ensanchados y sonoros de la fotografía contemporánea, Elliot Erwitt. “La comedia humana” reunirá 135 obras del fotógrafo a través de tres secciones que comprenden los ámbitos más icónicos que fueron objeto de inspiración para Erwitt, es decir: las personas, los animales y las formas. Como las de estos pies femeninos que acompañan el texto y que dialogan folclóricos entre ellos, aquejados de un veneno apasionado y a los que casi podemos escuchar moverse si nos acercamos en silencio hacia ellos. “Veintisiete años después de que Alberto Anaut diese el primer impulso a su máquina utópica, recuperamos su energía inicial para seguir dinamizando a la sociedad a través de la cultura, nuestro bien más preciado”, advertían ayer durante la presentación. Un bien que ahora pretenden homenajear desde el ornamento indispensable de lo visual a través de un planteamiento que tiene una sola respuesta posible: el movimiento perpetuo, dinámico, fluido, inagotable. De la vida. De la imagen. Del cuerpo.

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