Émile Zola, en su novela corta Las caracolas de Monsieur Chabre, cuenta la historia de un matrimonio formado por un señor burgués de mediana edad y un tanto ridículo y una hermosa parisina bastantes años menor. Tras un tiempo buscando descendencia sin suerte, acuden a un médico para que les eche una mano y les da una receta que considera imbatible: ella tiene que comer marisco de calidad, ahí está la solución. El señor Chabre, que no sabe que es estéril, no duda de la idea y se muda con su amor a un pueblo costero del sur de Bretaña en busca de buenos percebes.