Prados de un verde intenso, un poco de niebla sobre las colinas tras el caserío, canta el gallo y, en primer término, la vaca Bittori pasta junto a una perrita con pinta de espabilada. “Bittori, ¿y si subimos a ver si allí la hierba es mejor?”, le pregunta la perra. “Noooo”, responde la vaca.