Poner al mundo de acuerdo desde la ciencia

Rmag Breaking News

En plena Guerra Fría, con el mundo pendiendo de un hilo, 12 países firmaron el Tratado Antártico para proteger uno de los últimos lugares vírgenes del planeta: la Antártida, un territorio regentado por focas y pingüinos que en 1959 se convirtió en un centro de investigación científica colaborativo, abierto a todas las naciones. Para la bióloga Marga Gual (Palma de Mallorca, 1984), que seis décadas después pisó este continente helado, ese tratado es el primer ejemplo de diplomacia científica de la historia: “Es un símbolo de cómo la ciencia se elevó por encima de la época. Los países dejaron de lado sus rivalidades políticas para salvar el único espacio prístino que nos queda”.

Seguir leyendo

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *