Reclaman mamografías antes de los 40 años para frenar el aumento de cáncer de mama en jóvenes

Reclaman mamografías antes de los 40 años para frenar el aumento de cáncer de mama en jóvenes

En España, el cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres. La edad es uno de los principales factores de riesgo. Aunque la incidencia es mayor a partir de los 50, el numero de casos entre personas por debajo de ese umbral etario aumenta a un ritmo preocupante. Los médicos llevan años advirtiendo lo que estudios recientes avalan: cada vez hay más mujeres jóvenes con cáncer de mama.

Es por ello que el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (US Preventive Services Task Force), un influyente panel de expertos independiente con financiación gubernamental,

recomendó el martes que todas las mujeres se sometan a pruebas de detección del cáncer de mama a partir de los 40 años. Esta nueva orientación se basa en una revisión de las pruebas y en un estudio de modelización publicado en la revista Journal of the American Medical Association. Sus resultados son claros.

«Tras revisar la evidencia científica, esta importante comisión del Servicio de Medicina Preventiva de EE UU ha reclamado rebajar la edad de screening de cáncer de mama porque han observado que cada año las tasas de incidencia en mujeres jóvenes aumentan un 2%», comenta a LA RAZÓN, Francisco José Roig Vázquez, médico adjunto del servicio de neumología del Grupo HM Hospitales.

Los especialistas defienden que la mejor forma de paliar este aumento de la incidencia es aumentar los cribados. «Empezando a examinar a todas las mujeres a los 40 años, podemos salvar casi un 20% más de vidas de cáncer de mama en general, según el informe», añade el Dr. Roig Vázquez.

Al igual que en España, el cáncer de mama es el segundo cáncer más frecuente en Estados Unidos, con la diferencia de que allí es la segunda causa de muerte por cáncer entre las mujeres de Estados Unidos y, en nuestro país, es la primera. Cada año mueren más de 6.600 personas por este motivo. Sin embargo, nuestra Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud todavía sugiere la realización de una mamografía cada dos años en mujeres de 50-69 años.

«Sería aconsejable adelantar esta prueba a los 40 años», aconseja el experto español, «porque estamos detectando diagnósticos de cánceres de mama en estas edades». El Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer también insta a las autoridades sanitarias a ampliar el grupo poblacional destinatario de los cribados del cáncer de mama: entre los 45 y los 74 años.

No obstante, en España todavía no se ha implementado en la mayor parte de las comunidades autónomas. En la actualidad, solo cinco regiones (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja) y las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, ofrecen mamografías a las mujeres desde los 45 años. Y solo en Galicia y Asturias la ampliación incluye a mujeres hasta los 74 años.

«Con todo, la nueva recomendación que emiten los expertos estadounidenses es mucho más restrictiva que lo que tenemos en España, porque indica que casi todas las mujeres con independencia de su situación médica (con excepciones de riesgo) deberían realizarse una mamografía bianual hasta los 74 años», explica el Dr. Roig Vázquez.

En concreto, la recomendación atañe a las mujeres que tienen un riesgo medio de padecer cáncer de mama, las que tienen antecedentes familiares de esta enfermedad y las que tienen mamas gruesas. Esta última condición aumenta el riesgo de tumores mamarios y casi la mitad de las mujeres las tienen sin saberlo. Por lo general, sólo lo descubren durante su primera mamografía. Incluso durante este tipo de pruebas, el tejido mamario denso puede ocultar el cáncer. De ahí la importancia de que el cribado sea periódico.

Al margen del cáncer de mama, otras especialidades padecen un problema similar. «En cáncer de pulmón, que es mi especialidad, también se están empezando a ver casos en personas más jóvenes, por debajo de los 50 años, tanto en hombres como mujeres. Y, probablemente, también habría que revisar los criterios de cribado en otras tipologías de cáncer», señala el experto.

En el caso de las mujeres, una posible explicación radica en que se dan una serie de circunstancias que antes no se veían. «La mujer se ha introducido al tabaco desde hace años pero, además, ellas son más sensible a la toxicidad del tabaquismo. Tienen más probabilidades, no solo de cáncer, sino también de asma o EPOC. A esto hay que sumar un aumento en los niveles de contaminación, que están llegando a un punto álgido. Por lo tanto, las políticas actuales tienen que replantearse. Lo que vemos en consulta no se ajusta a las guías», remata.

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Limitaciones a las mamografías

El Grupo de Trabajo estadounidense avisa de que la nueva recomendación no se aplica a las personas con antecedentes personales de la enfermedad, a las que presentan un riesgo muy elevado debido a determinados marcadores genéticos o a las que tienen una lesión detectada en biopsias anteriores, que podrían beneficiarse de un cribado todavía más regular, previa consulta con su médico.

Además, esta sugerencia debería aplicarse solo hasta los 74 años, edad a partir de la cual la relación beneficio-riesgo de las mamografías es incierta. Aunque el cribado es una herramienta poderosa en la lucha contra el cáncer, también tiene sus límites, según el panel, que subraya que no las mamografías anuales no son recomendables. El exceso de pruebas, manifiesta, puede aumentar el daño, como los falsos positivos o recibir un tratamiento que no era necesario.

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