La lenta toma de consciencia de los efectos de los smartphones sobre la salud mental recuerda lo que ha ocurrido en las últimas décadas con el cambio climático. A pesar de numerosos estudios que apuntan hacia la mayor epidemia de problemas de trastornos mentales jamás observada y su relación con un uso indiscriminado de la tecnología digital, nuestra respuesta tarda en llegar.