“Hay dos formas para tomarse cuando vienen las cosas en la vida, como una desgracia o como un reto. Creo que he dicho suficiente. No van a conseguir lágrimas de mí”. Así de tajante se mostró Rodolfo Sancho en sus primeras declaraciones tras conocerse que su hijo había sido detenido en Tailandia por el asesinato de Edwin Arrieta.
El actor mostró una dureza por la que más tarde se vio obligado a dar explicaciones y disculparse, pero lo cierto es que se ha mantenido en su línea a lo largo de todo este tiempo y la imagen que siempre ha transmitido es la de la templanza ante una de las situaciones más complicadas a las que puede enfrentarse un padre.
Pero tras esa apariencia de hierro se esconde un hombre preocupado por el futuro de un hijo que, recordemos, se enfrenta a la pena de muerte. La presión mediática que rodea al caso de Sancho tampoco ayuda a hacer más llevadero este trance, y hasta Rodolfo tiene momentos en los que baja la guardia y muestra su lado más humano.
Sorprende, eso sí, que lo haga ante los abogados españoles de la familia de Edwin Arrieta, la víctima, quienes defienden que Daniel Sancho asesinó premeditadamente al cirujano. Si durante la primera jornada del juicio fue Juan Gonzalo Ospina quien desveló ante LA RAZÓN que se había encontrado con Rodolfo en los pasillos de la corte de Koh Samui y que intercambiaron palabras amables y de respeto, ahora ha sido su compañera Beatriz Uriarte quien ha narrado otro emotivo momento entre ambas partes.
Ocurrió durante un descanso en la segunda jornada del juicio, cuando mantuvieron una charla y el actor mostró su lado más vulnerable. “La conversación me la quedo para mí, porque son cosas privadas, pero sí diré que le hemos dado un abrazo y que lamento profundamente cómo todo esto está afectando a este padre”, indicó la letrada en el programa “TardeAR”.
Heridas y hematomas
Sin olvidar los graves cargos a los que se enfrenta Daniel Sancho, no ha de ser fácil para sus padres encontrarlo cada día sentado ante un tribunal, engrilletado de pies y manos con unas cadenas que le han provocado algunas lesiones, como heridas y hematomas.
Aun así, Rodolfo Sancho intenta mostrarse fuerte ante las cámaras, una actitud algo distinta a la de Silvia Bronchalo. Manteniendo un discreto segundo plano en comparación con su exmarido, la madre del acusado declaró que “nadie ha ganado, todos hemos perdido” a su llegada a la corte en la segunda jornada del juicio.
