Los proyectos de rehabilitación de viviendas muchas veces confunden los términos de ruina y vestigio. Ambos conceptos hacen alusión a elementos arquitectónicos de épocas pasadas, pero existe un elemento diferencial entre ambos. La ruina implica la degradación de un estado previo, hasta el punto de imposibilitar su utilización. El vestigio, en cambio, contempla indicios, fragmentos y piezas que pueden ser recuperadas. En el primer caso el proyecto debe optar por una rehabilitación completa, mientras que en el segundo el propio vestigio se incorpora en el proyecto de restauración como elemento generador. Un ejemplo de este proceso de adecuación consciente es Villa Rosario, una casa malagueña construida a principios del siglo pasado que Olga Sicilia, su actual propietaria, ha restaurado de manera prácticamente autodidacta recuperando muchos de los elementos existentes.