Sánchez abre una crisis inaudita: deja en el aire su continuidad

Sánchez abre una crisis inaudita: deja en el aire su continuidad

Golpe de efecto inesperado. El «Manual de Resistencia» de Pedro Sánchez abre un nuevo capítulo con la incógnita de sí firmará su punto y final de inmediato. Se avecinan cuatro días de vértigo político en el que todo puede pasar y en el que se presentan más dudas que certezas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pone en cuestión a su continuidad en Moncloa. Se plantea dimitir y anunciará el próximo lunes su decisión. El líder del PSOE se pregunta si «merece la pena continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor», según anunció ayer en una carta a través de sus redes sociales. Con estas palabras, el líder del PSOE anunció ayer que se da un tiempo para reflexionar sobre si seguirá al frente del Ejecutivo. Lo hace en un día completamente difícil para él; horas después de conocerse que un juzgado había abierto diligencias contra su esposa, Begoña Gómez, por «tráfico de influencias». Sánchez plantea un órdago en toda regla sobre su liderazgo ante las «dudas» sobre la honorabilidad sobre su mujer.

Con semblante serio, el presidente del Gobierno acudía ayer al Congreso de los Diputados sin dar pistas sobre lo que sucedería horas después; la publicación de una carta decisiva que abre paso a varios escenarios. La posibilidad de que decida continuar adelante o de que renuncie. Y entonces pueda optar por anunciar una moción de confianza, su dimisión y delegación en otra persona por medio de una nueva investidura, o, por último, pueda optar por dimitir y convocar elecciones, aunque no podrá hacerlo de manera inmediata, sino que deberá esperar hasta el 29 de mayo, dado que todavía no se ha cumplido un año desde la última disolución de las Cortes Generales.

«Seguiré trabajando, pero cancelaré mi agenda pública para reflexionar y decidir qué camino tomar», anunció. La respuesta solo la tiene el presidente del Gobierno en estos momentos. Ni su entorno más cercano sabe que ocurrirá el lunes. Nadie, ni siquiera los ministros más cercanos a él, conocían sus intenciones de publicar una carta anunciando su decisión. Una carta que, además, escribió Sánchez de su puño y letra, según ha podido saber LA RAZÓN. Tras publicar Sánchez su decisión, el presidente reunió de urgencia a su gabinete de Gobierno, a sus ministros más próximos y al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Sánchez recibió ayer el apoyo de todos sus ministros, que en redes sociales salieron a su defensa y a enviarle «fuerzas». Habló más tarde con la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, a quien unas nuevas elecciones generales no convendrían ante la debilidad extrema de su partido. Así, los mensajes enviados por dirigentes de Sumar apuntan a la urgencia de que no convoque elecciones, que opte por una cuestión de confianza o por proponer a otro candidato a una investidura.

El presidente da este paso después de comprobar una «campaña de acoso y derribo» contra su familia. Una «operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire» con el objetivo de hacerle «desfallecer» en lo político y en lo personal, en sus palabras. «Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor», confiesa Sánchez. «Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también», lamentó.

El presidente del Gobierno denuncia una estrategia de «acoso y derribo» que lleva «meses perpetrándose» y culpa a PP y Vox de ella. «No me sorprende la sobreactuación del Sr. Feijóo y el Sr. Abascal», explica. Les acusa de ser «colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización de Manos Libres», critica.

Sánchez deduce que el señalamiento contra Begoña Gómez no es por «hacer algo ilegal», sino por ser su esposa. «Soy plenamente consciente de que los ataques que sufro no son a mí persona sino a lo que represento: una opción política progresista, respaldada elección tras elección por millones de españoles, basada en el avance económico, la justicia social y la regeneración democrática». Asegura, además, que su mujer colaborará con la Justicia y defenderá su honorabilidad.

La decisión del presidente de paralizar su agenda pública hasta el lunes pone en jaque también la celebración del Comité Federal del PSOE de este sábado para aprobar la lista a las elecciones europeas. De momento, no hay confirmación sobre este extremo, pero sí ha decidido cancelar su presencia en dos mítines de campaña en Cataluña. lLa apertura de campaña. Uno este mismo jueves junto a Salvador Illa en Sabadell y otro el domingo en Santa Coloma de Gramenet. Estos actos seguirán adelante. Ambos serán la primera demostración de apoyo al presidente del Gobierno. El clamor llegará por parte del PSC, de su militancia, que saldrá a defender al presidente del Gobierno.

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