Alberto Núñez Feijóo se ha vuelto un misterio como líder nacional. Tan pronto lanza guiños a Junts, o se filtra la idea de que daría un indulto condicionado a Carles Puigdemont, como se pone a la cabeza contra la ley de amnistía. Y quizás la clave esté ahí: pudo haber sido un cadáver político la noche del 23-J, pero sobrevivió abrazando el favor de Isabel Díaz Ayuso, así como el todavía predicamento del aznarismo en la derecha actual. Ambos tótems atenazan ahora el discurso y la permanencia del presidente del Partido Popular.