Demasiado calor para concentrarse en la escuela, pero también para jugar en la calle o permanecer en casas pequeñas, sin ventiladores o aire acondicionado, y con cortes de electricidad frecuentes por el aumento de la demanda. Es la situación que están afrontando millones de niños en el sur y sudeste de Asia, abrasada en las últimas semanas por olas de calor extremo, con temperaturas que superan los 40 grados Celsius, y una sensación térmica que puede ser cinco o seis grados mayor por el nivel de humedad.