Jayme Krause estaba trabajando en el turno de noche cuando el carro de paquetes que tenía delante se sacudió violentamente. Todos sus compañeros habían sentido el mismo estruendo. En el descanso, el joven de 32 años decidió salir a ver qué había pasado: el puente Francis Scott Key se había derrumbado. “Es una cosa chocante de ver, porque has vivido aquí toda tu vida, has visto esto toda tu vida y un día sales y ya no está”, asegura Krause en el vídeo que encabeza esta noticia.