El chotis nupcial del alcalde madrileño José Luis Martínez-Almeida y su ya esposa Teresa Urquijo causa hilaridad al presentador Juan y Medio, quien asegura que “baila como para sacrificarle en mitas de la Fuente de la Cibeles”. Vamos, que le lanzaría a las garras de los leones que impulsan la carroza de la diosa. “En la boda todo fue muy bien hasta que salió a bailar el alcalde”, continúa, pero lo arregla con un “Almeida me cae muy bien”.
A pesar de las críticas de Juan, el chotis en cuestión causaba furia en las redes sociales, fue un baile tan mediático que sabemos que en Madrid se han disparado las inscripciones en las academias donde se enseña el chotis, de cara a las próximas fiestas de San Isidro. En algunas escuelas cobran hasta doce euros diarios por clase.
guste o no el estilo de Almeida, la realidad es que ha puesto en un primer plano de la actualidad el chotis, un baile nada multitudinario y muy localizado en la capital de España. Nada que ver con la popularidad de las sevillanas, el pasodoble, el vals, la sardana o la jota.
De todas formas, las críticas a José Luís Martínez Almeida no se limitan a Juan y Medio. En las redes sociales se ha calificado su “chotismo” como “una versión irreconocible y robotizada, desahogada y que olvida la premisa de que debe producirse en una baldosa. Mas parecía que se desarrollaba en una amplia avenida, sin respetar las apreturas ni las aptitudes coreográficas”.
Pero el alcalde ignora a sus críticos y nos dicen desde su entorno que “él se siente muy orgulloso de su baile y piensa que todos los presentes disfrutaron de sus movimientos rítmicos”. Los detractores, no obstante, tienen otra opinión. En un poste se especifica que “Al suda y su mujer nos enseñaron como no se debe bailar un chotis”. Más claro, el agua.
