Maratón de Boston: la ciencia de las seis grandes

Maratón de Boston: la ciencia de las seis grandes

Mañana se celebra la maratón
de Boston
, la segunda de las conocidas como las Seis Grandes, junto a la de
Tokio, Londres, Berlín, Chicago y Nueva York. La primera de ellas ya se celebró
a principios de mes y ambos, el ganador (Benson Kipruto) y la ganadora (Sutume
Asefa Kebede), batieron
los récords
de la carrera: Kipruto con 2:02:16 y Kebede con 2:15:55. El
primero lo hizo “montado” en unas Adidas Adios Pro Evo 1 v2, mientras que a etíope
ganó a bordo de las Nike Vaporfly Next% 2.

Pero esto es solo el comienzo de la disputa entre los
principales fabricantes de calzado deportivo. Sara Hall, atleta de Asics, tiene
una de las mejores marcas del año en los 42 kilómetros, marcas similares tiene la
española Laura Luengo (de On Running), Molly Seidel (Puma) y Emily Sisson (New
Balance). Lo que quiere decir que el podio en las seis grandes y en los JJOO de
París, estará más disputado que nunca. ¿Qué argumentos tiene cada uno de estos
calzados?

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de analizar
estas zapatillas, es que están diseñadas para alta competición y con la
velocidad en mente: si las vamos a usar para entrenamientos o (seamos honestos)
no tenemos un nivel de rendimiento alto, no cumplirán su objetivo. Otro factor
es que la mayoría de ellas utilizan placas de carbono, la nueva moda en el
calzado deportivo… Pero esto no sirve para todos los tipos de corredores. Puede
ser una ayuda, sin duda, pero también pueden provocar lesiones, de acuerdo con
estudios científicos
.

Si bien el siguiente análisis es básico y directo, sí es una
primera y necesaria incursión para comprender el motivo que hace de estas seis
zapatillas candidatas al oro en maratón.

ASICS

La primera candidata es la ASICS Metaspeed Sky+. En 204 gramos
aporta una placa de carbono que recorre todo el pie, una espuma marca de la
casa que conjuga durabilidad y rebote y un perfil que pide velocidad. Gracias a
ella es más fácil alargar los pasos sin perder energía. Por si fuera poco,
tiene una gran resistencia a la abrasión, lo que significa que la podremos usar
en más de una carrera. La suela, en la parte delantera, tiene un dibujo que
garantiza una mayor propulsión y evita los deslizamientos.

Puma

Ya a simple vista es obvio que las Fast-R Nitro Elite 2 no
están diseñadas para el día a día y este quizás sea el caso más obvio (junto
con las de Nike) de calzado cuyo objetivo es correr de forma competitiva. De
hecho, es precisamente cuando aumentamos el ritmo cuando se nota la diferencia.
Detalle número uno, que la placa de carbono se extienda más allá de la puntera,
es un ejemplo: nos aporta rebote hasta el último milímetro, cuando ya solo los
dedos tocan el asfalto. Gracias a ello la transición del talón a la punta es
muy fluida. Pero lo que destaca de verdad es la disposición de la placa de
carbono. Divide la parte del talón de la puntera y en este espacio vacante,
solo se ve la placa de carbono. El diseño, de este modo, recuerda las naves de
velocidad de Star Wars que unían el habitáculo con las turbinas con unos cables
de energía, lugar que ocupa, en este caso, la placa de carbono.

Las Fast-R Nitro Elite 2 permiten un 22% más de almacenamiento
de energía y hasta un 46% más de retorno de energía en comparación con el
modelo anterior. ¿Qué significa esto? Que en una maratón por debajo de las
2:30, podemos llegar a reducir hasta 2 minutos.

New Balance

Una de las claves de las Fuelcell Supercomp Elite v4 es la aerodinámica
en sus perfiles. Con 232 gramos no es la más ligera, pero eso lo compensa con
su placa de carbono, una de las más interesantes del mercado por varios
motivos. Al igual que en las Asics, este modelo de Fuelcell también lleva una
placa de carbono de longitud completa con el diseño Energy Arc que incluye
múltiples curvas y un vacío bajo los pies para facilitar el movimiento. Su
estructura basculante permite transiciones más suaves y un impulso hacia
adelante.

En amortiguación se eleva hasta los 38,2 mm en el talón,
acercándose al límite legal para maximizar tanto la amortiguación como el
retorno de energía. Esto en cuanto a lo exterior, en el interior, mientras
tanto, la sensación es de soporte y confort. Los materiales utilizados hacen
que sea una de las zapatillas con mayor durabilidad… en competencia.

On Running

Si la placa de carbono no te convence, las Cloudmonster 2 de
On Running probablemente sean las mejores. La amortiguación también se acerca
al límite de lo permitido, pero en este caso, por el diseño de la casa suiza,
aporta un extra que casi compensa por la ausencia de la placa manteniendo una
estabilidad en la pisada y un apoyo mucho más suave de lo esperado. A eso le
suma un perfil basculante que aporta mayor competitividad. El rebote es muy
bueno gracias a la configuración de doble espuma: una capa con un índice de 40
HA más firme que el promedio en la parte superior y una capa de 26.5 HA más
suave en la parte inferior. La primera capa mejora la estabilidad y la segunda
apunta a la comodidad.

Los despegues enérgicos se deben a su diseño rocker y a su
placa Speedboard que utiliza TPU en lugar de carbono. A eso le suma una
talonera algo más rígida de lo normal, lo que puede agregarle un poco más de
peso (295 gramos), pero garantiza una mayor estabilidad y reduce las lesiones.

Adidas

Por ahora, las Adidas Adios Pro Evo 1 v2 se han alzado con uno
de los oros en la maratón. Su peso es una de sus principales bazas: apenas 138
gramos. Ya ahí tenemos una pista de hacia dónde se dirigen: no están preparados
para caminar, sino para correr, y muy rápido, gracias a su inclinación que
impulsa naturalmente el pie hacia adelante. Esto también mejorando la economía
en el ejercicio, propiciando el movimiento natural del pie al correr.

Los Energyrods (básicamente Barras de energía) son la
respuesta del fabricante alemán a las varillas de carbono que usan la mayoría
de las marcas y actúan como muelles. Solo que en este caso han sido diseñados
como espejos de los huesos metatarsianos del pie de un atleta. Son cinco
varillas con carbono que persiguen crear una transición más anatómica aún a la
del perfil del calzado. Y también aportan la estabilidad necesaria para el
aterrizaje. Supuestamente, solo sirven para una distancia inferior a 100 km,
pero teniendo en cuenta que quienes la usan baten récords, vale la pena.

Nike

La ciencia detrás de Nike AlphaFly Next% 2 es que el calzado
ayuda a mejorar la economía de carrera, en términos básicos, la cantidad de
oxígeno que consumimos para realizar una tarea. Lo que ha hecho Nike es, a
través del perfil y la suela (y la placa de carbono) ser más eficiente con el
almacenamiento y el retorno de energía. Si bien es imposible devolver más del
100% de la energía, la espuma ZoomX y la placa de carbono aspiran a ello. Esas
dos tecnologías de amortiguación, ayudan a obtener una mejora del 4% por ciento
en el gasto de energía. No están diseñadas para entrenamientos y el récord en
la maratón de Tokio así lo demuestra. La pregunta es si eso será suficiente
para lograr el oro en Boston y en los JJOO de París.

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