José Luis Ábalos sonríe. Con la espalda bien erguida, traje azul, corbata a juego y maletín en mano, se adentra puntual en la luminosa sala Clara Campoamor del Senado. Una periodista inquiere al exministro socialista antes de que cruce la puerta:
José Luis Ábalos sonríe. Con la espalda bien erguida, traje azul, corbata a juego y maletín en mano, se adentra puntual en la luminosa sala Clara Campoamor del Senado. Una periodista inquiere al exministro socialista antes de que cruce la puerta: