Adiós a las calderas de gas: no podrán funcionar a partir de esta fecha

Adiós a las calderas de gas: no podrán funcionar a partir de esta fecha

El Pleno del Parlamento europeo dio luz verde el pasado martes a la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios por 370 votos a favor, 199 votos en contra y 46 abstenciones. El objetivo del texto persigue reducir el consumo de energía y minimizar las emisiones de gases de gases de efecto invernadero en el sector de la construcción de los países miembro de la Unión Europea.

En base a los datos aportados por la Comisión Europea, “los edificios de los Estados miembros consumen el 40% de la energía y emiten el 36% de los gases de efecto invernadero”. Ante la necesidad de reducir el consumo y minimizar el impacto de los gases contaminantes, los eurodiputados aprobaron la revisión de esta Directiva que, presentada por la Comisión en diciembre de 2021, forma parte del paquete “Objetivo 55”.

¿Qué contempla la Directiva?

A partir de 2030, las nuevas edificaciones deberán ser climáticamente neutras. Una medida que se reduce al año 2028 en el caso de los edificios nuevos que sean ocupados o estén en propiedad de las autoridades públicas. Para los edificios de uso residencial, serán los propios países de la Unión Europea quienes adopten las medidas necesarias para reducir al menos el 16% del promedio de la energía primaria utilizada para 2030 y entre un 20 y un 22% para 2035.

Asimismo, la nueva directiva establece que los países miembro deberán renovar el 16% de los edificios no residenciales menos eficientes para 2030 y el 26%, para 2033. Es decir, los Estados tendrán la obligación de instalar alternativas a las calderas de gas en los edificios públicos, primero, y en los residenciales y no residenciales, después. Propone, además, la implantación de instalaciones solares en edificios públicos y no residenciales, así como en todos los edificios residenciales para 2030.

¿Cómo va a aplicarse el texto?

Las medidas que adopten los Estados miembros de la Unión Europea deberán hacer posible la descarbonización de los sistemas de calefacción. Se trata de eliminar progresivamente las calderas de combustibles fósiles para 2040, como las calderas de gas natural por condensación. De hecho, el Parlamento europeo ha ordenado prohibir las subvenciones a las calderas independientes de combustibles fósiles en todos los edificios a partir del 1 de enero de 2025, salvo en aquellos que sean de uso agrícola o formen parte del patrimonio histórico-cultural. La normativa sí contempla subvencionar los sistemas híbridos de calefacción que utilicen las energías renovables en una “cuota significativa”, como aquellos que utilizan caldera con una bomba de calor o una instalación solar térmica.

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