Aragonès se envalentona ante Sánchez y rescata ahora la ampliación del aeropuerto de El Prat

Aragonès se envalentona ante Sánchez y rescata ahora la ampliación del aeropuerto de El Prat

Pere Aragonès es consciente de que las encuestas le van mal y necesita mover ficha: el president ha sido incapaz de rentabilizar su posición institucional durante toda una legislatura caracterizada por su inacción y todo apunta a que va a perder votos en las elecciones del 12 de mayo, lo que va a dejarle con toda seguridad por detrás de Salvador Illa y puede perder el segundo puesto frente a Carles Puigdemont. En este sentido, en los últimos días se está viendo a un Aragonès en modo electoral, con mucha actividad para tratar de reconducir las encuestas y eso se ha traducido, en las últimas horas, en una intervención en el Senado con un tono envalentonado frente a Pedro Sánchez para desgastar a Illa y, según ha podido saber LA RAZÓN, está maniobrando para rescatar la ampliación del aeropuerto de El Prat tras haber bloqueado la reforma de la infraestructura años atrás.

En el Senado, ayer, el president y candidato de ERC se alineó con el discurso de la oposición al Gobierno (es decir, con el de PP y Vox) para poner de relieve los «cambios de opinión» de Sánchez con los giros con los indultos, sedición o amnistía y hacer ver que el referéndum y el «cupo catalán» son posibles. De paso, también incluyó ahí ataques a Illa y Miquel Iceta. «Nos decían que no había amnistía. No va a haber amnistía ni autodeterminación, gritaba Iceta, lo mismo que ha dicho Illa. Podemos encontrar muchos ejemplos de ministros y dirigentes del PSOE. Todos decían que es imposible, que es inconstitucional. Y recuerdo cuando Sánchez, a dos días de las elecciones del 23J, manifestó que el independentismo pedía amnistía y referéndum, pero no ha habido amnistía y referéndum», resumió Aragonès en su intervención en el Senado, antes de decir que el referéndum y la financiación singular llegarán «más tarde o más pronto». «Serán inevitables», señaló, ironizando con que de «un día para otro» la amnistía dejó de ser inconstitucional e imposible.

El republicano había optado hasta ahora por ser más o menos contenido con el PSOE, pero ayer optó por un tono más punzante frente a Sánchez con el objetivo de desgastar a Illa y con el objetivo de animar al electorado independentista, desmovilizado por las promesas incumplidas de sus dirigentes. No obstante, el mayor problema que tiene Aragonès en estos momentos es su balance de Govern, que es muy pobre por la falta de impulso de proyectos y por haber encadenado crisis tras crisis, como los malos resultados educativos y la sequía.

En Cataluña, de puertas adentro, Aragonès es consciente de que ha quedado caricaturizado como el president del «no a todo»: la legislatura ha estado marcada por la ausencia de proyectos. Y, en términos económicos, con mucha probabilidad el proyecto estrella era el de la ampliación del aeropuerto de El Prat, por la inyección de 1.700 millones de euros que iba a suponer y porque daría a Cataluña un impulso con las nuevas rutas internacionales que se iban a poder incorporar. Sin embargo, Aragonés tumbó un proyecto en el que PSOE y Junts están a favor: el Gobierno se negaba a aprobar la ampliación del aeropuerto sin la colaboración del Govern de Esquerra.

Para recuperar la idea de la ampliación del aeropuerto, Aragonès está viéndose con múltiples actores de la sociedad civil en los últimos días y está por ver en qué se acaba concretando. Los republicanos midieron mal con su «no» y se dejaron arrastrar por Comunes y CUP, dos partidos con una sensibilidad ecologista y anticapitalista dura, dejando en vía muerta una infraestructura que reunía muchos apoyos en Cataluña y que permitía dejar atrás años marcados por un deterioro económico y sin grandes anuncios a causa de la crisis de 2008 y del «procés».

De esta manera, Aragonès acelera ahora con sus movimientos a última hora: en este sentido, además de pedir el referéndum, apelando al artículo 92 de la Constitución, también está haciendo mucho énfasis en el «cupo catalán», que consiste en la recaudación de todos los impuestos que se pagan en Cataluña. Ambas propuestas son originariamente de Junts, por lo que Aragonès está yendo a rebufo para tratar de capitalizarlas. Y, el aeropuerto, también es una iniciativa por la que apostaron los posconvergentes.

Como muestra de desesperación, Aragonès se ha ofrecido a Carles Puigdemont para hacer un debate a tres junto a Salvador Illa en el sur de Francia: sin embargo, el líder de los socialistas catalanes lo rechaza porque solo hará debates en Cataluña.

Los últimos movimientos de Aragonès son señal de su mal desempeño, que están recogiendo las encuestas: ahora mismo, algunos estudios demoscópicos sitúan al republicano en torno a 25 escaños, lejos de los 33 que cosechó en 2021 y le permitieron ser president. Illa podría encaramarse hasta los 40 diputados mientras está por ver qué acaba pasando con Puigdemont porque también está atravesando muchos problemas para conectar con su electorado. Más aun teniendo en cuenta la aparición de nuevos proyectos independentistas, como la ultraderechista Sílvia Orriols con Aliança Catalana, que puede quitarle votos determinantes a Junts. De hecho, ni Puigdemont ni Aragonès han querido rechazar un posible pacto postelectoral con Aliança Catalana, ante el temor a que acaben siendo determinantes.

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