Athletic – Mallorca, el mensaje independentista de Otegi por la final de la Copa del Rey

Athletic – Mallorca, el mensaje independentista de Otegi por la final de la Copa del Rey

Menos por algunos incidentes desagradables y violentos, Sevilla ha sido una fiesta en la final de la Copa del Rey entre el Athletic y el Mallorca. Miles de aficionados han tomado la ciudad andaluza para vivir un día inolvidable que termina el estadio de La Cartuja (22.00 horas).

Se ha vivido entre un dispositivo especial de seguridad, limpieza y movilidad. 132 agentes de la Guardia Civil de distintas especialidades del Cuerpo y 1.511 funcionarios de la Policía Nacional han estado en alerta “de forma escalonada” y seguirán hasta el domingo a las 14.00 horas, con el apoyo de cerca de 700 auxiliares de seguridad privada.

Rojiblancos y bermellones, con camisetas, bufandas o banderas como signos identitarios y de pertenencia a ambos equipos, inundaron de alegría el casco antiguo de la capital andaluza, uno de los más extensos de Europa, tras la llegada en los últimos días y este sábado en avión o barco para seguir luego por carretera, tren, autobús o vehículos particulares.

Las dos hinchadas han desplazado a unos 100.000 seguidores, según las autoridades, de ellos entre 70.000 y 80.000 del Athletic y unos 25.000 del Mallorca. Ya desde el viernes y, sobre todo en este sábado que amaneció nublado en Sevilla, se hicieron notar copando terrazas y veladores.

Vizcaínos y mallorquines disponían de 20.698 localidades para cada equipo, el 80 % del aforo de 60.000 del estadio de La Cartuja, y por ello varias decenas de miles de hinchas, en su inmensa mayoría vascos, han viajado sin entrada y deberán seguir el partido en algún bar o en las pantallas gigantes instaladas en sus respectivas ‘fan zone’, la del Athletic junto a la Torre Sevilla, al sur de la isla de La Cartuja, y la del Mallorca en su parte norte, en el Parque del Alamillo.

 

Los aficionados de ambos conjuntos pusieron el color, la alegría y la esencia del deporte rey en el centro de Sevilla, una ciudad eminentemente futbolera, acostumbrada a la masiva afluencia de turistas y en la que este sábado se respira un gran ambiente de fútbol y de animación, con ambas aficiones entremezcladas y unidas en bares y restaurantes.

Otegi y el gol de Endika hace 40 años

Casi todo ha sido natural, feliz, fuera del estadio, no se ha hablado de política ni otra cosas. No así en el País Vasco, donde Arnaldo Otegi no tardó en comparar este partido con EH Bildu. “Hace 40 años el Athletic ganó una final de Copa y quien marcó el gol fue Endika y va en las listas de EH Bildu. 40 años después, y os lo dice uno de la Real y tiene más méritos, hay cambio de ciclo en términos futbolísticas y políticos. Gana el Athletic”. Y añadió: “Hemos ido a lo bajini, como el Athletic, vamos a llegar, estamos llegando”, ha dicho pensando en las elecciones autonómicas y vendiendo su plan independentista. “Podemos disputar las elecciones autonómicas y tenemos la posibilidad de ganar”.

En Sevilla, nadie pensaba en eso. La “buena convivencia” entre las aficiones ha sido la tónica dominante en las horas previas a la final. Con una temperatura muy agradable, 25 o 26 grados, un grupo de amigos ‘athleticzales’ se tomaban un refrigerio en la calle Águilas, uno de los accesos al centro, aunque con una ‘infiltrada’ en la mesa: Natalia, una mallorquina y mallorquinista que reside en León y que, como sus acompañantes -alguno procedente de esa misma ciudad, de Asturias y la mayoría de Bilbao-, llegó el jueves en coche a Sevilla.

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