El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, continúa hospitalizado en el Hospital Santa Júlia de Manaos por un cuadro de erisipela, una enfermedad infecciosa bacteriana que afecta a la piel y al tejido subcutáneo, especialmente del rostro, y que se caracteriza por la aparición de placas rojizas y por producir episodios de fiebre. El centro hospitalario precisó a través de un comunicado que el exjefe de Estado ingresó el sábado «por deshidratación y una infección cutánea» y que, tras salir para atender sus compromisos, fue de nuevo «hospitalizado para recibir terapia antibiótica intravenosa y rehidratación».
Según su abogado Fabio Wajngarten, este lunes será trasladado a São Paulo desde la capital del estado de Amazonas, donde permanece desde la pasada semana para respaldar la precandidatura a la alcaldía local del diputado federal Alberto Neto. En los últimos meses, Bolsonaro ha intensificado su actividad pública con numerosos viajes por el país para apoyar a los candidatos de su Partido Liberal en la previa de las elecciones municipales de octubre. Mientras tanto, sigue siendo objeto de varias investigaciones judiciales y está inhabilitado políticamente hasta 2030 por desinformar sobre el sistema electoral.
El exmandatario, de 69 años, se encuentra estable y «responde bien a los antibióticos», ha informado a través de redes sociales el diputado Eduardo Bolsonaro, su tercer hijo, que compartió una foto de su padre acostado en el hospital, con los ojos cerrados y el cuerpo parcialmente cubierto con sábanas. La piel de su pierna izquierda tiene una gran mancha roja, a la altura de la tibia.
Bolsonaro ya sufrió una infección similar en noviembre de 2022, poco después de su derrota electoral frente a Lula da Silva. Volverá a ingresar en el Vila Nova Star, su clínica de confianza. Allí fue sometido a varias operaciones abdominales en los últimos años a causa de las secuelas de una puñalada sufrida en 2018 durante la campaña electoral. Su última hospitalización, también en São Paulo, tuvo lugar en septiembre de 2023. Se sometió entonces a dos cirugías relacionadas con las secuelas del ataque.
