Cabreo del PNV; incógnita Illa

Cabreo del PNV; incógnita Illa

El paseíllo del ex ministro de Sanidad Salvador Illa por el Congreso y por el Senado a demanda de las comisiones de investigaciones creadas por el “caso Koldo” puede ser un bumerán para los partidos de la oposición.

Como no se añadan nuevos datos a los ya conocidos, o no haya nuevas informaciones de la UCO y novedades judiciales, la sobreexposición del ex ministro en este arranque de la campaña tiene el riesgo, para quienes quieren ponerle contra la pared, de que le dé un mayor protagonismo en Cataluña, y, además, presentándole como una víctima de una operación política para desgastarle como candidato. El victimismo siempre funciona bien en campaña, y en él se refugian los socialistas para mostrarse convencidos de que este paseíllo no le perjudicará, e incluso puede llegar a sumarle.

Son los partidos soberanistas, ERC y Junts, quienes más ganas le tienen al ex ministro para dañar los buenos pronósticos que le anuncian las encuestas. Pero los equipos electorales dudan de que sea una estrategia que acabe resultando rentable en las urnas si no se añade algo más a lo que ya se conoce, o al hecho de que Illa y su jefe de Gabinete, Víctor Francos, hayan admitido que se reunieron con el ex asesor de José Luis Ábalos, con Koldo García, la persona sobre la que pivota la trama de cobro de comisiones millonarias por la venta de mascarillas en la pandemia.

En el tanteo electoral entra otra variable, Vox. Las dos comisiones de investigación, la tutelada por el PP, y la que dirige el PSOE, están dirigidas a crear la sensación de que hay un clima de corrupción instalado en el bipartidismo: socialistas y populares alimentarán esa imagen contra el contrario, y esto puede ayudar a Vox a resurgir del “y tú más” en las elecciones catalanas en un momento en el que todos los sondeos cuantifican su declive político y electoral.

Así, la idea de la oposición es no dejar morir el “caso Koldo” mientras avanza la investigación de la Guardia Civil, pero es una estrategia sobre la que algunos miden sus riesgos. Illa se presenta en esta campaña catalana como la vía más pragmática de salida del “procés” en una Cataluña que no es la de 2017. Y que Illa gane las elecciones y, sobre todo, que sea presidente, es el bálsamo al que se encomienda Sánchez para justificar la ley de amnistía y recibir oxígeno para terminar la Legislatura.

En contra tiene una alianza entre Junts y PNV que sale fortalecida de las elecciones vascas y desde la que se hace resonar el mensaje de que “su tiempo se ha agotado”, el del presidente del Gobierno. “Está de salida”, es el titular de la reflexión que hacen los peneuvistas de la situación en la que se encuentra el presidente del Gobierno.

Una vez que pasen las elecciones catalanas el PNV y Junts van a coordinar estrategias para que se visualice que Sánchez está amortizado. Salvo que cumpla lo prometido, y lo que dicen que ha prometido ha subido de precio tras las elecciones del pasado domingo.

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