Ni con los quince relojes que la han puesto en jaque, la presidenta Dina Boluarte fue capaz de cumplir con la hora anunciada para su esperado mensaje a la Nación. Boluarte se dirigió al pueblo peruano a las tres de la tarde, tres horas después de lo pactado, en un video grabado junto a sus ministros, en una toma panorámica que curiosamente no permitió ver sus muñecas, el foco visual de la opinión pública en las últimas semanas.