El acceso al aborto en Estados Unidos vuelve este martes al Supremo. Lo hará con un caso que cuestiona la conveniencia de la administración sin ciertas restricciones de la mifepristona, un fármaco que, combinado con otro llamado misoprotol, forma el cóctel más empleado en las interrupciones de embarazo en este país. Se trata del mismo alto tribunal que inauguró una nueva y caótica era en la libertad reproductiva de las mujeres en junio de 2022, cuando sus nueve magistrados, seis de ellos conservadores, tres de los cuales nombró Donald Trump, tumbaron el precedente de medio siglo fijado por la histórica sentencia Roe contra Wade.