El partido del Baskonia para su primera oportunidad de meterse entre los ocho primeros resultó catastrófico de principio a fin. Ante el Maccabi, en Belgrado, terreno neutral, y una presión ambiental mínima, compuesta por 250 aficionados del equipo israelí, naufragó el equipo vitoriano. Entre Lorenzo Brown y Baldwin destrozaron cualquier esperanza de enfrentarse, como séptimos, al Panathinaikos. Tendrán que agarrarse, los hombres de Ivanovic, al cruce del Buesa del próximo viernes.