El cambio climático preocupa más a los andaluces que los conflictos armados y el terrorismo

El cambio climático preocupa más a los andaluces que los conflictos armados y el terrorismo

A pesar de las últimas lluvias registradas durante Semana Santa, Andalucía sigue
esperando una mayor cantidad de precipitaciones que, no solo frene el vaciado de los pantanos, sino que revierta
la situación de sequía que vive la comunidad. Aunque estas precipitaciones han dado un respiro a la sociedad,
para el 81,1% de los andaluces es urgente poner en marcha medidas que atajen las causas y palíen las
consecuencias de la sequía. Esta urgencia es compartida mayoritariamente entre hombres y mujeres y personas
de todas las edades, acentuándose entre las mujeres y las personas de 45 a 64 años.

Entre las medidas, destacan
un mayor aprovechamiento del tratamiento de aguas residuales, rehúso, o captación de lluvia, promover la
reforestación y uso de fertilizantes, el incremento de áreas verdes en ciudades, potenciar la investigación y el
desarrollo tecnológico, así como promover la economía circular. Estas son algunas de las principales
conclusiones que se desprenden del primer estudio de la Fundación AXA de percepción ciudadana sobre el
cambio climático en Andalucía, elaborado en colaboración con Sigma Dos, que analiza el conocimiento,
preocupación, riesgo percibido, responsabilidades, medidas y comportamiento de la sociedad andaluza ante
este fenómeno.
En este sentido, cerca del 82% de los andaluces espera un papel muy activo por parte de la Unión Europea y los
organismos internacionales, seguido de un 77,4% que recae en el Gobierno central, un 43,9% en los medios de
comunicación y por detrás, en los gobiernos autonómicos y locales. Por edad, cabe destacar que entre los
andaluces más jóvenes es más frecuente reconocer una mayor implicación en la lucha contra el cambio
climático en líderes de opinión.
Así, el 83,7% de los andaluces considera que se está produciendo una crisis climática y cerca de ocho de cada
diez (78,7%) cree que la situación se ha agravado considerablemente en los últimos años. Esta percepción se
hace más fuerte entre los andaluces entre 30 y 64 años, donde más del 80% piensa que la situación ha
empeorado.

No obstante, tan solo el 54% considera tener un nivel de conocimiento medio sobre esta
problemática, y únicamente el 27% lo califica como alto, siendo mayor entre la población más joven y en
personas con mayor nivel de estudios e ingresos.
En Andalucía, el grado de preocupación medio por el cambio climático se sitúa en 7,6 (en una escala del 0 al 10),
en línea con la media nacional. Sobre la incidencia del cambio climático en la vida personal, la salud (73,9%) y la
alimentación (71,9%) son los dos ámbitos que más preocupan. Además, el agravamiento de las enfermedades
respiratorias o el incremento de los problemas de salud derivados de las olas de calor son los aspectos que más
inquietan a los andaluces.

Para el 26,3% de los encuestados andaluces, el cambio climático es el principal problema al que se enfrenta la
humanidad por delante de los conflictos armados, el terrorismo y posibles nuevas amenazas a la seguridad
(24,7%), opinión extendida tanto en hombres como mujeres, especialmente entre las personas de 30 a 64 años.
Si profundizamos en las consecuencias, para más del 82% de la población la crisis climática impactará sobre los
fenómenos meteorológicos extremos (huracanes, incendios y olas de calor), el derretimiento de los polos (70%),
el nivel del mar, el número de incendios y en la biodiversidad. Respecto a las causas, para el 66,9% los efectos
negativos de la acción humana superan las causas naturales, destacando la deforestación, la actividad industrial
y la generación de residuos como los principales detonantes.
Para concluir, en lo referente a la crisis energética global, el 58,7% de los andaluces cree que está ralentizando
la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, por debajo de lo que opina la media nacional.

El viceconsejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Sergio Arjona, ha señalado
“Andalucía es una de las regiones más vulnerables de Europa ante los efectos del cambio climático, una realidad
que desde el gobierno andaluz se afronta para hacer a Andalucía más resiliente y para propiciar una correcta
adaptación al mismo de los ciudadanos, las empresas, las entidades e instituciones y las administraciones
públicas”. “Pese a que la acción climática del gobierno andaluz durante los años 2021 y 2022 ha recogido 119
actuaciones transversales a todo el ejecutivo, con 1.783 millones de euros asociados; la lucha contra el cambio
climático es cuestión de todos y en esa línea debemos de seguir trabajando conjuntamente”, ha añadido el
viceconsejero.

En palabras de Josep Alfonso, director general de Fundación AXA: “Desde AXA trabajamos firmemente por el
desarrollo de la sociedad protegiendo lo que importa. En nuestra labor como inversor, aseguradora, empresa
ejemplar y actor social, especialmente es este último rol es donde se enmarca la Fundación y el propósito de
este estudio. Bajo el objetivo de analizar el conocimiento sobre cambio climático, los comportamientos,
propósitos y compromisos para concienciar y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia del compromiso
individual en el cambio positivo”.

El consumo sostenible es una tarea pendiente para la sociedad andaluza
Cerca de 8 de cada 10 andaluces, asegura que el alto coste de los productos pone freno a su voluntad de realizar
compras más sostenibles, al tiempo que para el 56,8% de la población es muy necesario reducir el nivel de
confort individual en beneficio del medio ambiente. Sin embargo, a la hora de actuar no se observa una gran
disposición a modificar ciertos hábitos para reducir la huella ambiental: aunque el reciclaje o el consumo
responsable de en la energía y moda son las prácticas más extendidas, los andaluces son más reacios a tomar
medidas relacionadas con movilidad, alimentación o el turismo.

Combatir la crisis climática requiere de un cambio de hábitos. Así, en relación a la responsabilidad individual, los
andaluces califican con poco más de un aprobado (6,5) las acciones individuales que promueven para combatir
el cambio climático. Entre las iniciativas más comunes, destacan medidas para reducir el desperdicio
alimentario, reutilizar o reciclar productos, apostar por el transporte público o medios de transporte menos
contaminantes o reducir el consumo de energía.
En materia de consumo sostenible, el uso de energías renovables, la adquisición de productos locales o de
temporada o la reducción del consumo de carne y pescado son objetivos a mejorar para la población. Y es que,
según los datos, los andaluces tan solo califican con un 6,4 sobre 10 la importancia de los criterios ambientales
a la hora de tomar decisiones de consumo.

Por último, al preguntar sobre los riesgos derivados de fenómenos meteorológicos extremos, un 54,9% de los
andaluces sabría cómo proteger su hogar y dispone de un seguro, pero un 22,6% no lo tiene por falta de recursos
u otro motivo, y un 16% no sabría directamente qué hacer. En todos los casos, el desconocimiento de cómo
proteger su hogar o la falta de recursos se acentúa a menor edad, y las medias sitúan a la mujer más preparada
para actuar en comparación con los hombres.

El estudio se ha elaborado junto a Sigma Dos y se han realizado más de 5.000 entrevistas online a población general mayor de edad en
todo el territorio español, 500 residentes en Andalucía, con un nivel de confianza del 95,5% y un error de muestreo absoluto del 4,5%

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