El Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa se lanza de lleno a uno de los debates más delicados en los últimos años, y uno de los que han causado una fractura más profunda en el movimiento feminista: la situación y derechos de las personas trans. Y lo hace en un contexto en el que se han dado recientemente varias polémicas en algunos países europeos, también en España: el de las cárceles. En su informe anual, los expertos independientes del organismo paneuropeo concluyen que los presos trans deberían ser internados en el módulo del género, femenino o masculino, con el que se identifican, incluso aunque no hayan concluido su transición.