No está claro cómo terminó en los anaqueles de la Biblioteca Central Militar (Madrid), pero lo cierto es que el Novae coelestium terrestrium rerum observationes (Observaciones de las cosas nuevas celestiales y terrenales) es el único ejemplar que se conserva en España del que puede ser el atlas lunar más antiguo existente. Lo publicó en 1646 el matemático y astrónomo italiano Francesco Fontana (1585-1656), si bien sus observaciones se iniciaron cuatro décadas antes (1608), como él mismo recoge en la obra, “un año antes que las de Galileo Galilei”.