El FMI reclama al Gobierno un ajuste fiscal de 44.000 millones hasta 2028

El FMI reclama al Gobierno un ajuste fiscal de 44.000 millones hasta 2028

44.000 millones de euros de ajuste. Esa es la cantidad que el Fondo Monetario Internacional (FMI) asegura que el Gobierno español necesita implementar durante los próximos años en un programa de consolidación para reducir el nivel de endeudamiento y reconstruir el espacio fiscal. Pese a que los técnicos del FMI destacan la “gran resiliencia” mostrada por la economía española en un contexto de debilitamiento del crecimiento en la zona euro y endurecimiento de las condiciones financieras -que permitió al país crecer un 2,5% en 2023, superando la media de sus socios europeos y destacando entre las economías avanzadas-, recomienda un ajuste acumulado del déficit de tres puntos porcentuales de PIB, lo que en términos nominales serían esos 44.000 millones de euros durante los próximos cuatro años.

Deuda por encima del 100%

Así lo refleja en sus conclusiones de la delegación del FMI, que ha visitado España en el marco del Artículo IV y que consideran que aunque la economía española esté funcionando “casi a plena capacidad” y se esté beneficiando de la llegada de los fondos europeos, el Gobierno debe afrontar una “orientación fiscal restrictiva sostenida”, con el fin de restablecer la capacidad de la política fiscal para responder adecuadamente a futuras crisis y reducir la elevada deuda a medio plazo, con un nivel por encima del 107% del PIB, por lo que, a medio plazo, “a medida que el crecimiento se modere, la inflación se normalice y el auge de ingresos fiscales se atenúe”, estima que déficit y deuda se “estabilizarían en torno a 3% y 104% del PIB”, respectivamente, en ausencia de medidas adicionales de consolidación fiscal.

Entre esas medidas adicionales apunta sobre todas las posibles una reducción “sustancialmente alta de los niveles de gasto”, sobre todo porque el coste del sistema de pensiones “tensionará” las finanzas públicas por culpa del gasto creciente vinculado al envejecimiento de la población, que “generará fuertes presiones adicionales si no se mantiene el alto nivel de ingresos” en el curso de la próxima década. Por ello, avisa que “se necesita un programa de consolidación plurianual para mantener la deuda en una trayectoria descendente clara y reconstruir el espacio fiscal”.

Ajuste de 9.000 millones anuales

Asimismo, la misión del FMI en España -además reducción acumulada del déficit primario estructural de los citados 44.000 millones de euros entre 2024-2028-, apunta que este esfuerzo adicional que debe afrontar el Gobierno debería hacerse con un ajuste fiscal anual de 0,6 puntos porcentuales anuales, casi 9.000 millones de euros. Pese a que los cálculos oficiales del marco reformado de gobernanza económica de la UE aún no se han finalizado, se prevé que esta trayectoria recomendada será más que suficiente para cumplir con los requisitos establecidos por las nuevas reglas fiscales.

El FMI considera que, a medio plazo, el déficit fiscal se estabilizará en el 3%, con una ruta de ajuste fiscal “más que suficiente para satisfacer los requerimientos” de los nuevas normas fiscales de la Unión Europea, aunque cree que la deuda pública seguirá “alta”, por encima del 100% del PIB, como ya han advertido organismos como el Banco de España o la Airef- y con un espacio fiscal “limitado”. Por ello, los expertos del Fondo recomiendan ampliar la base fiscal y un sistema impositivo más eficiente con “la eliminación de exenciones del IVA, armonización de la ratio de IVA en los diferentes productos y mayores impuestos medioambientales”, como otros países europeos.

Dudas con la reforma laboral

También muestra sus dudas en materia de empleo. Pese a que el FMI reconoce que la reforma laboral ha sido “un paso en la dirección correcta” por reducir el porcentaje de empleo temporal, cree que hay que “aligerar las legislaciones de protección al empleo” y la incertidumbre sobre los costes del despido para así incentivar entre los empresarios la creación de contratos permanentes. Asimismo critica que políticas que no incentivan la búsqueda de empleo, y rechaza el exceso de temporalidad, por lo que aconseja mayores contribuciones a las prestaciones del desempleo para las empresas con alta temporalidad para evitar lo que denomina “el problema de los fijos discontinuos”.

El FMI insiste en relajar el despido y pide prudencia al abordar subidas del SMI o la reducción de la jornada. En este sentido considera necesarias medidas adicionales para abordar una mayor estabilidad, para lo que plantea relajar la protección del empleo, mientras que advierte de la necesidad de evaluar cuidadosamente los efectos de subidas adicionales del salario mínimo o de la reducción de la jornada laboral. Por eso, aconseja a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de que las iniciativas en materia de política laboral “deberían estar cuidadosamente diseñadas para evitar efectos adversos en el empleo y el crecimiento”.

Revisión del crecimiento

El Fondo ha revisado cuatro décimas al alza su previsión de crecimiento para la economía española en 2024, que ahora estima en el 1,9%, mientras que mantiene el pronóstico para 2025, cuando augura una expansión del 2,1%. De este modo, las nuevas proyecciones del FMI se acercan a las del Gobierno español, que anticipa una expansión del PIB del 2% este año, mientras que el Banco de España prevé un crecimiento del 1,9% este año y el siguiente. En el caso de la Comisión Europea, los pronósticos más recientes apuntan a una expansión del 1,7% en 2024 y del 2% en 2025.

“Se proyecta un crecimiento robusto de 1,9% en 2024 y 2,1% en 2025”, señalan en el documento, donde anticipan que, gracias a la demanda interna, la tasa de crecimiento trimestral promedio observada en 2023, de alrededor de 0,5%, “se prolongará en los próximos trimestres”, apuntan. En este sentido, consideran que un aumento moderado del ingreso real y una normalización paulatina de la tasa de ahorro de los hogares deberían apuntalar el crecimiento del consumo, en tanto que los desembolsos de las transferencias no reembolsables de los fondos Next Generation y la relajación de las condiciones financieras deberían producir cierto repunte de la inversión privada.

La banca, bien

Finalmente, destaca la buena marcha de la banca española y no ve riesgos sistémicos en el ‘ladrillo’. Considera que fijar una tasa neutral positiva del colchón de capital anticíclico afianzaría más la resiliencia del sistema bancario español. Por eso destaca que los grandes bancos españoles cuentan con abundantes colchones de liquidez y sus ratios de capital han experimentado mejoras moderadas gracias al impulso de la rentabilidad por el aumento del margen de interés neto, mientras que el sector privado ha visto reforzada su resiliencia por la sólida marcha económica y el desapalancamiento ininterrumpido frente al alza de los tipos de interés, reforzando la calidad de los activos bancarios.

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