El papa Francisco viajó este domingo a la ciudad de Venecia, donde visitó el pabellón de la Santa Sede de la Bienal de Arte veneciana, instalado en una cárcel de mujeres; mantuvo un encuentro con un nutrido grupo de jóvenes y ofició una misa en la plaza de San Marcos. Allí advirtió de las “amenazas” que están poniendo en jaque a la ciudad de los canales, como la crisis climática y el turismo de masas.