El penúltimo baile de LeBron James

El penúltimo baile de LeBron James

LeBron James afronta desde hoy con 39 años sus décimo séptimos «playoffs» –cuatro anillos y seis subcampeonatos– antes de emprender una nueva aventura olímpica con el «Team USA» el próximo verano. Pero antes de París tiene que resolver su futuro laboral. El 1 de julio es agente libre después de haberse embolsado este curso 47 millones de dólares y está por ver qué camiseta viste en la temporada 2024/2025. Eso va a depender directamente del destino de su hijo Bronny. El primogénito se ha inscrito para el próximo draft, pero lo que era un cartel de «top 10» a principios de año se ha convertido en una pieza más, una de tantas, de segunda ronda. El plan es probarse en varios campus de verano con diferentes franquicias y ver si hay algún equipo apetecible y, en principio, ese sería también el destino de su padre.

El quinto anillo de LeBron, el segundo con los californianos, es poco menos que un imposible. En primera ronda esperan los campeones. Los Denver Nuggets fueron su rival hace un año en las Finales del Oeste y se impusieron por 4-0, aunque los Lakers plantaran cara en todos los partidos. Los Lakers de este año son una versión mejorada y ahí aparece un LeBron crepuscular que ha alcanzado una dimensión extraordinaria. Ningún deportista con su edad ha ofrecido un rendimiento como el suyo. Ha promediado 25,6 puntos –sólo 1,5 menos que en toda su carrera–, 7,2 asistencias y 8,2 rebotes. En el último partido de la primera fase hizo 28 puntos, 17 rebotes, 11 asistencias y 5 robos. En el partido del «Play-In» rozó el triple doble. Nunca ha lanzado mejor de tres. En su carrera no llegaba al 35 por ciento y esta campaña ha superado el 41 y por si fuera poco es el año que más partidos ha jugado como «laker» en la primera fase, 71. Con todo, los Nuggets son claros favoritos. Su única preocupación es cómo afectará a una de sus estrellas, Michael Porter, la sanción de por vida que la NBA ha impuesto a su hermano, Jontay Porter, por ejercer como chivato para los corredores de apuestas. La clave de que haya serie es el estado físico de LeBron y de Anthony Davis. Los Lakers han respondido en situaciones a vida o muerte (el título en el «In-Season Tournament» o el «Play-In»), pero el desafío de jugar un día sí y un día no para sus referentes puede ser un exceso.

 

En el Este los Celtics, con 64 victorias, han sido el mejor equipo de la Liga y cuesta ver un rival que pueda plantarles cara en su Conferencia. En el Oeste la vida es bastante más salvaje. El líder ha sido el sorprendente Oklahoma City Thunder. Con un técnico de la edad de LeBron en el banquillo, Marc Daigneault, los Thunder han pasado de ganar 24 partidos hace dos temporadas, a sumar 40 victorias hace un año y 57 este. Daigneault ha sido para sus colegas, el mejor entrenador del año. El canadiense Shai Gilgeous-Alexander se ha convertido en un estrellón con 30 puntos por partido y Chet Holmgren, con sus 2,16 y 2,31 de envergadura, es el único rival de Wembanyama para la elección de Novato del año.

 

La gran eliminatoria de la primera ronda es la que mide a los Clippers y a los Mavericks de Luka Doncic. El esloveno es el máximo anotador de la Liga y favorito para el MVP, pero es que ahora ha encontrado más ayuda que nunca. Ha sido el mejor equipo del último mes, de los mejores después del parón del All-Star y en Dallas han descubierto que la defensa ganan muchos partidos. «Nos hemos tomado la defensa más en serio», aseguran desde un vestuario que estaba de vacaciones el año pasado a estas alturas. Al potencial exterior con Doncic y Kyrie Irving han sumado un trabajo atrás desconocido hasta ahora. Además son el mejor equipo en los finales apretados. Westbrook, Harden, Paul George y Kawhi Leonard tienen el peor enemigo posible.

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