El primer jonrón de Shohei Ohtani con los Dodgers genera polémica entre los aficionados

El primer jonrón de Shohei Ohtani con los Dodgers genera polémica entre los aficionados
Los Angeles, CA – April 03: Dodgers designated hitter Shohei Ohtani, #17, hits his first home run as a Dodger off of Giants pitcher Taylor Rogers, # 33, in the seventh inning at Dodger Stadium in Los Angeles Wednesday, April 3, 2024. (Allen J. Schaben / Los Angeles Times)
(Allen J. Schaben/Los Angeles Times)

El primer jonrn de Shohei Ohtani con los Dodgers genera polmica entre los aficionados

Bisbol

Bill Plaschke April 6, 2024

Era una maravillosa postal de los Dodgers, un hombre con una camiseta de Fernando Valenzuela levantando a una mujer con una gorra de los Dodgers mientras agitaba una histrica pelota de jonrn sobre un mar azul.

Esa fue la mgica escena del mircoles por la noche en el pabelln derecho del Dodger Stadium cuando Ambar Romn y su marido Alexis Valenzuela celebraron que Romn haba atrapado el primer jonrn de Shohei Ohtani como Dodger.

Era un recuerdo valioso. Fue una escena frentica. Fue un momento impagable.

Fue una pesadilla.

“Empez tan bien”, dijo Valenzuela. “Luego acab en una pelea”.

En un rpido y contundente revs de la fortuna, la joven pareja fue inmediatamente rodeada por guardias de seguridad y escoltada bajo las gradas.

“Dije: ‘He hecho algo mal? “record Romn. Me dijeron: ‘No, queremos recompensarte'”. “

Vaya recompensa.

Se convenci a Romn para que entregara la pieza de recuerdo potencialmente lucrativa a cambio de un bate autografiado, una pelota autografiada y dos gorras autografiadas.

Romn afirma que le dijeron que si quera quedarse con la pelota, que podra valer seis cifras, los Dodgers no la autenticaran y la pelota no tendra ningn valor.

Romn afirma que le dijeron que tena que negociar el intercambio en el acto, sin la opinin de su marido, a quien le pidieron que se quedara al otro lado del pasillo.

Contrariamente a lo que Ohtani insinu durante la rueda de prensa posterior al partido, Romn afirm que nunca conocieron a la superestrella ni se acercaron a l.

Segn la pareja, la velada termin cuando los Dodgers no les acompaaron al coche como haban prometido. Con tantos aficionados mirndoles fijamente, y con los nuevos recuerdos a cuestas, se sintieron obligados a despojarse de sus ropas de los Dodgers para poder abandonar annimamente Chavez Ravine en paz.

Aquella maravillosa postal se haba convertido en un retrato de la desilusin, dos incondicionales preguntndose cmo algo tan histrico poda volverse tan feo tan rpidamente.

Dijo Valenzuela: “Fue un momento tan grande. Lo que pas lo mancha un poco”.

Dijo Romn: “Ya est hecho, y no estoy enfadada, seguir siendo el mismo aficionado. Pero no deberan haber presionado tanto”.

Los Dodgers no quisieron hacer comentarios sobre los detalles del relato de la pareja,

No hay respuestas tan fciles para los comentarios de Ohtani en la rueda de prensa posterior al partido, en la que dijo: “… Volv y habl con la aficionada”.

Aunque la mayora de los japoneses presentes pensaron que se refera a que haba hablado directamente con Romn -lo que no sera cierto-, en ningn momento utiliz la palabra “yo”, por lo que quizs se refera al equipo de seguridad de los Dodgers. En cualquier caso, para un jugador ya sometido a un gran escrutinio por sus acusaciones de ludopata, fue otro movimiento cuestionable que podra haberse evitado si hubiera sido ms claro sobre la verdad.

La bsqueda para mantener la imagen de Ohtani y mantenerlo feliz ha sido una narrativa temprana en este equipo, y pareca ser la fuerza impulsora detrs de este ltimo kerfuffle, en el que un par de 28 aos de edad, de Whittier slo estaban tratando de disfrutar de una noche en el estadio de bisbol.

“El estadio de los Dodgers fue una de nuestras primeras citas”, dice Valenzuela, que trabaja con su mujer en una empresa de construccin de tuberas. “El equipo significa mucho para nosotros”.

La pareja asiste a media docena de partidos al ao, a menudo sentados en los pabellones del campo exterior porque es ms divertido. En la sptima entrada del mircoles por la noche contra los Gigantes de San Francisco, tambin se volvi salvaje, ya que el line drive de Ohtani se diriga en su direccin.

“La vimos venir hacia nosotros, y todo el mundo a nuestro alrededor se abalanz sobre ella”, dijo Roman.

La pelota rebot en varias manos extendidas y aterriz a sus pies mientras Valenzuela se lanzaba a por ella. Pero no estaba all. Romn ya se haba inclinado tranquilamente y la haba recogido.

“Estoy en el suelo, oigo gritar a mi chica, levanto la vista y veo que tiene el baln”, cuenta Valenzuela. “Fue indescriptible”.

Tambin lo fue algo ms que el recuerdo, como rpidamente les recordaron muchos de los aficionados que les rodeaban.

La bsqueda para mantener la imagen de Ohtani y mantenerlo feliz ha sido una narrativa temprana en este equipo, y pareca ser la fuerza impulsora detrs de este ltimo kerfuffle, en el que un par de 28 aos de edad, de Whittier slo estaban tratando de disfrutar de una noche en el estadio de bisbol.

“El estadio de los Dodgers fue una de nuestras primeras citas”, dice Valenzuela, que trabaja con su mujer en una empresa de construccin de tuberas. “El equipo significa mucho para nosotros”.

La pareja asiste a media docena de partidos al ao, a menudo sentados en los pabellones del campo exterior porque es ms divertido. En la sptima entrada del mircoles por la noche contra los Gigantes de San Francisco, tambin se volvi salvaje, ya que un batazo de Ohtani se diriga en su direccin.

“La vimos venir hacia nosotros, y todo el mundo a nuestro alrededor se abalanz sobre ella”, dijo Romn.

La pelota rebot en varias manos extendidas y aterriz a sus pies mientras Valenzuela se lanzaba a por ella. Pero no estaba all. Romn ya se haba inclinado tranquilamente y la haba recogido.

“Estoy en el suelo, oigo gritar a mi chica, levanto la vista y veo que tiene la pelota”, cuenta Valenzuela. “Fue indescriptible”.

Tambin lo fue algo ms que el recuerdo, como rpidamente les recordaron muchos de los aficionados que les rodeaban.

Aunque un autentificador de las grandes ligas se sienta en los banquillos durante los partidos para presenciar todos los momentos importantes, un equipo no tiene obligacin de autentificar nada para los aficionados. Dicha autentificacin es necesaria para obtener el mximo valor de un recuerdo, ya que es difcil demostrar el origen de una pelota no oficial. Todo fue tan abrumador para Romn, que se sinti empujada a tomar por s misma una decisin precipitada sin toda la informacin. Les regate su oferta inicial de dos gorras firmadas y acept el trato a regaadientes.

“Era slo yo y mis pensamientos”, dijo. “Ojal hubiera podido hablar con mi marido”.

Valenzuela dijo que se habra quedado con la pelota. Con las pruebas fotogrficas de su mujer y la pelota, y con el mercado de recuerdos de Ohtani que abarca continentes, lo ms probable es que alguien hubiera pagado por ella. Tal vez no 100,000 dlares, pero podran haber obtenido un buen beneficio.

“Siento que los Dodgers se aprovecharon de nosotros”, dijo Valenzuela.

La pareja pens que al menos conoceran a Ohtani, y se sorprendieron al escuchar sus comentarios despus.

“No pedamos millones, estbamos impresionados, nos habra encantado conocer al tipo”, dijo Valenzuela. “Pero nunca tuvimos la oportunidad”.

Ni siquiera estn convencidos de que realmente firmara los recuerdos que les entregaron los Dodgers.

“Todava tengo muchas dudas, muchas dudas sobre todo el asunto”, dijo Valenzuela.

Al salir del estadio, solos y prcticamente disfrazados, la pareja de la postal se dio cuenta de lo intil de su situacin.

“Slo ramos unas personitas que se enfrentaban a un equipo de grandes ligas”, dice Valenzuela.

Los Dodgers ganaron. Los Dodgers perdieron.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *