La respuesta es común preguntes donde preguntes: “Hay un incremento de actividad y eso es obvio”. El aumento del tráfico en el Puerto de Valencia, debido a la crisis del Mar Rojo, se ha dejado ver de varias formas: los contenedores en las terminales ya no se apilan en torres de tres sino que en varias zonas alcanzan los cinco en altura. Los almacenes de contenedores vacíos rebosan actividad y tráfico y las jornadas de trabajo de los estibadores se asemejan a las de verano, cuando el 25% de la plantilla está de vacaciones.