El régimen de los mulás ha prometido venganza contra Israel, a quien culpa del ataque más sangriento contra militares iraníes en Siria en lo que va de año. “El malvado régimen [en referencia a Israel] será castigado por nuestros valientes hombres. Haremos que se arrepientan de este crimen y de otros similares con la ayuda de Dios”, afirmó el líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Ali Jameneí, en un comunicado difundido por medios oficiales del régimen.
La máxima autoridad iraní deseó “paz y la misericordia de Dios” para los fallecidos en el ataque y “maldiciones para los líderes del régimen opresivo y agresor”. Las declaraciones de Jameneí se produjeron horas después de las del presidente iraní, Ebrahim Raisí, quien aseveró que el ataque israelí “no quedará sin respuesta” y apuntase directamente a Tel Aviv. “Una vez más, en un crimen terrorista y en flagrante violación de las normas internacionales, las sucias manos del régimen usurpador sionista [en alusión a Israel] quedaron manchadas con la sangre de varios generales y oficiales de nuestro país”, afirmó Raisí en un comunicado.
El ataque de las fuerzas israelíes contra miembros de la Guardia Revolucionaria que se encontraban en el Consulado iraní en Damasco en la noche del lunes deja un balance de 13 muertos, siete de ellos miembros del citado cuerpo. Entre los representantes de la Guardia Revolucionaria abatidos figuran el máximo máximo responsable de la Fuerza Quds en Siria y Líbano, el general de brigada Mohamed Reza Zahedi -cuya función principal era la de la transferencia de armas de precisión y municiones hacia el Líbano—, y su segundo, el general de brigada Mohamed Hadi Haj Rahimi.
En el bombardeo de las Fuerzas de Defensa israelíes, que redujo a escombros la sede diplomática -que también es residencia oficial del embajador iraní, Hosein Akbar, quien salió ileso al igual que su familia— situada en el damasceno distrito de Mezé fueron abatidos también seis ciudadanos sirios. El ataque provocó la activación de las defensas antiaéreas y la zona estaba “atestada de civiles”, según los medios oficiales iraníes.
Además de prometer venganza contra Israel, las autoridades iraníes enviaron ayer un mensaje a Estados Unidos a través de la embajadora suiza en Teherán, que representa los intereses estadounidenses en suelo iraní. El régimen nacido de la Revolución de 1979 les responsabiliza del ataque como aliado principal de Israel. “En esta convocatoria (con la embajadora suiza) se explicaron las dimensiones del ataque terrorista y el crimen del régimen isaelí, y se enfatizó la responsabilidad del Gobierno estadounidense”, aseveró, por su parte, el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, en la red social X (el antiguo Twitter). A los anuncios de venganza contra Israel se unió Hizbulá, partido-milicia apéndice de Teherán en el Líbano, que advirtió que el bombardeo contra la sede diplomática iraní en la capital siria “no quedará sin castigo y venganza”.
Por su parte, las autoridades rusas, aliadas del régimen iraní y sirio, calificaron ayer de “terrorismo” el ataque del lunes atribuido a Israel sobre el Consulado iraní en Damasco. El director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), Sergei Narishkin, aseveró que este “atentado terrorista” es un “acto indecente y criminal” contra los “Estados soberanos de Irán y Siria”. A instancias de Moscú, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas abordará este miércoles la situación.
Con el de ayer, son dos los ataques atribuidos a las FDI esta semana en territorio sirio, el primero de ellos un bombardeo el lunes contra un área de investigación científica en Yamraya, también en Damasco. El pasado 20 de enero, un ataque atribuido a Israel acabó con la vida de cinco miembros de la Guardia Revolucionaria iraní y varios militares sirios en un edificio residencial de Damasco. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Israel ha llevado a cabo hasta 30 ataques en territorio sirio contra fuerzas iraníes y de Hizbulá en lo que va de 2024.
Lo ocurrido en las últimas horas eleva la tensión un grado más entre Israel e Irán y acerca la posibilidad de una conflagración a escala regional del conflicto con epicentro en Gaza. Hasta ahora el régimen iraní, consciente de su inferioridad militar, ha evitado responder directamente a Tel Aviv aunque sí lo ha hecho desde el pasado 8 de octubre a través de las agresiones de sus fuerzas proxy diseminadas por toda la región, desde Hizbulá en el Líbano hasta los rebeldes hutíes en Yemen pasando por milicias aliadas radicadas en suelo sirio e iraquí, contra intereses estadounidenses e israelíes.
