La paradoja está servida: los tiempos han querido que, baja ya la marea de la crisis energética, el IVA de la electricidad haya regresado al 21% habitual un mes antes que el del gas natural. En el primer caso, una fuente limpia y llamada a ser el principal vector de la transición verde, la factura de marzo que recibirán familias y empresas estará ya gravada con el tipo de general. En el segundo, una fuente fósil, el regreso al 21% se produce ahora, en abril, ya terminada la temporada de frío.