Los gobiernos expresan sus ideas de la sociedad a través de las leyes y los presupuestos. El resto, suelen ser buenas palabras o propaganda. Y el Vaticano ha puesto este lunes negro sobre blanco su visión de la dignidad humana respecto a polémicas cuestiones como la transexualidad, la gestación subrogada o la llamada teoría de género. Una serie de temas sobre los que en los últimos años ha dado pasos hacia adelante y hacia atrás para mantener el equilibrio entre las distintas facciones de la Iglesia y a los que ahora otorga carácter oficial. En un esperado documento, el Papa ―quien ha dado luz verde a esta suerte de guía moral―, señala como “graves violaciones” esos tres elementos. Pero también algunas otras prácticas que forman parte ya de muchas democracias avanzadas, como el aborto o la eutanasia.