Hace un año, elBulli se convirtió en museo. Y si en algo insistió Ferran Adrià, durante la presentación de elBulli1846, un espacio que recoge la memoria gastronómica del que fuera en los años 2000 y hasta su cierre en 2011 el restaurante más influyente del mundo, fue en que jamás se volvería a comer en este mítico lugar de Cala Montjoi (Roses, Girona). “Si no sería un restaurante. Nuestro lema es comer conocimiento. Queremos mostrar sobre todo a las personas que no vinieron, aunque también a las que vinieron, lo que pasaba aquí para que puedan comprender todo lo que hicimos para que elBulli no fuera un restaurante más″, reconocía Adrià. Lo que sí se podrá, al menos por una vez y por primera vez, será dormir.
En elBulli no se podrá comer, pero se podrá dormir una noche (en la cocina)
