Uno de los alimentos imprescindibles que no faltan en la dieta mediterránea es el huevo por ser uno de los más completos. Desde el punto de vista nutricional, el huevo es un alimento rico por contener numerosos nutrientes tanto en su yema como en la clara. Según el Instituto de Estudios del Huevo, cada huevo aporta agua (40 g), una porción mínima de hidratos de carbono (0,34 g), proteínas de gran calidad nutritiva (6,4 g) como la carne y el pescado, además de grasas buenas, minerales y vitaminas. Esta asociación, que investiga y divulga este alimento, asegura que “el contenido del huevo es capaz por sí mismo de dar origen a un ser vivo completo”.
La nutricionista experta en microbiota humana Blanca García-Orea, conocida en su cuenta de Instagram como @blancanutri por sus miles de seguidores, explica en una de sus publicaciones que no todos los huevos reportan los mismos componentes nutricionales al organismo. “La calidad de los huevos que compras influye en las vitaminas y nutrientes que te aportan”, matiza. Para saber los huevos que hay que comprar, la especialista en nutrición y dietética indica que ella se fija “en el primer dígito que va impreso en la cáscara”.
Los dígitos del huevo
Se trata de un código que, en cumplimiento de las leyes europeas, controla el origen de los huevos que se venden en el supermercado. Su etiquetado facilita al consumidor información relacionada con la forma de cría de las gallinas, el país, así como la granja de procedencia. García Orea dice fijarse en el primer dígito, que indica la forma de cría. Este primer número puede comprender el 0, el 1, el 2 o bien el 3. ¿Qué significa cada número?
“Si en el primer dígito encontramos un 0, significa que el huevo es de producción ecológica”. Esto quiere decir que las gallinas se crían en libertad y se alimentan con piensos que no contienen sustancias químicas. El 1 indica que “son camperos, es decir, son muy parecidos a los ecológicos pero, sin embargo, la alimentación no es ecológica”, argumenta la nutricionista.
Por su parte, “el 2 quiere decir que son de gallinas denominadas “de suelo”, que están libres en el suelo pero en el interior de una nave, sin salida al exterior y tienen iluminación artificial durante las 24 horas”. Si los huevos empiezan por el número 3, “son gallinas criadas en jaula” y, por tanto, los animales apenas pueden moverse. Este último método de crianza, según indica Blanca, es el más habitual en España debido a su bajo coste de producción.
El aporte de vitamina D
Los huevos que contienen en su cáscara como primer dígito el 2 y el 3 son los que menos aporte de vitamina D proporcionan al cuerpo. “La vitamina D se obtiene a través de la luz solar a la que este tipo de gallinas no tienen acceso, porque tienen iluminación artificial las 24 horas del día”, termina explicando la experta.
