“Es falso que comer menos sea mejor para combatir la astenia primaveral”

“Es falso que comer menos sea mejor para combatir la astenia primaveral”

1. ¿Qué es la astenia y cuáles son sus síntomas?

La astenia, según se describe en la Real Academia de la Lengua, es la falta o decaimiento de fuerzas caracterizado por apatía, fatiga física o ausencia de iniciativa. En Reumatología es una palabra que describe un cansancio generalizado del paciente que puede ser consecuencia de distintos problemas de salud, enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, estar relacionado con anemia o reflejar déficits alimentarios o de vitaminas.

2. ¿Se puede prevenir con la alimentación?

La alimentación adecuada es muy importante para mantener un equilibrio adecuado de proteínas, vitaminas e iones, todos ellos importantes en el mantenimiento de la salud. La astenia asociada a una condición física o enfermedad como las descritas previamente no puede prevenirse y mejora al tratar la enfermedad de base. No existe evidencia científica que avale que una alimentación concreta prevenga la astenia.

3. ¿Qué alimentos se recomienda comer para prevenir entonces enfermedades que puedan provocar astenia?

La mejor alimentación y la más recomendada por los nutricionistas es la dieta mediterránea, que lamentablemente se está perdiendo en favor de la comida procesada y la comida rápida. La dieta, junto con una actividad física frecuente y evitar los excesos y los tóxicos, como el tabaco, son la mejor estrategia para prevenir enfermedades y la astenia.

4. Las legumbres, por ejemplo, ¿conviene cocinarlas de alguna manera especial para que su consumo resulte realmente adecuado para resulten verdaderamente beneficiosas en el ámbito de la astenia?

Las legumbres son de los alimentos más completos y se recomienda consumirlas al menos 2 veces por semana. No hay una manera correcta o incorrecta de cocinar las legumbres, pero si debemos evitar consumir un exceso de grasas junto con las mismas, por lo que es conveniente no abusar de embutidos en su preparación.

5. ¿Y qué alimentos y comidas convendría evitar o incluso eliminar?

No podemos hacer recomendaciones concretas de alimentos que se deban consumir para mejorar o prevenir la astenia, y tampoco que debamos evitar porque favorecen astenia. Si hubiera que limitar el consumo de algún alimento, en general, hay que incidir en la bollería industrial, los dulces y las grasas saturadas.

6. ¿Es cierto que se aconseja para combatir la astenia comer menos?

Es un falso mito que comer poco sea mejor para combatir la astenia o en general para tener un mejor estado de salud. Relacionado con las recomendaciones generales, es necesario seguir una rutina de alimentación que prime del desayuno por encima de la cena. La sabiduría popular que se refleja en el dicho desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo

7. ¿Hay que incluir suplementos en la dieta cuando arrecian los síntomas de la astenia?

Los suplementos solo son necesarios cuando existen déficits de vitaminas o de ciertos iones. Se han popularizado los suplementos multivitamínicos como parte del tratamiento de la astenia, pero no hay evidencia científica que lo avale. Un adecuado descanso nocturno es más importante en la prevención de la astenia.

8. ¿Qué importancia tiene la hidratación?

La hidratación es un aspecto crítico en la salud general y en la prevención de astenia o de lesiones deportivas, especialmente en meses de calor o en cambios de estación como la primavera.

9. ¿Y el sueño y el ejercicio (preferiblemente al aire libre)?

De nuevo, aspectos esenciales en la prevención de la astenia. Un descanso adecuado permite recuperar fuerzas y evitar la fatiga muscular. Por otra parte, el ejercicio físico habitual prepara al organismo para aumentar la fuerza y la resistencia muscular. Es recomendable combinar ejercicio físico aeróbico con ejercicios de fuerza muscular para obtener un mayor beneficio. Si es posible, es mejor realizar el ejercicio al aire libre, siempre y cuando no se sufra de alergia que comprometa la respiración, por los beneficios añadidos sobre la capacidad pulmonar y en el bienestar general.

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