El Barranco de Víznar, en Granada, es hoy Lugar de Memoria Democrática porque en el año 1936 y siguientes lo fue de infamia y asesinatos. Miembros de la Falange, de la Guardia de Asalto y de las Escuadras Negras –asesinos voluntarios– fusilaron allí a varios cientos de personas sin humanidad alguna. Pero incluso en esa falta de humanidad hay escalas, y su máxima expresión ha emergido esta semana en la fosa 17, la última en la que trabaja un equipo de investigadores del proyecto Universidad y Memoria de la Universidad de Granada. En la CE017, la designación oficial de esa fosa común, han aparecido 10 personas asesinadas a tiros por la espalda y todas ellas con las manos atadas a su espalda. Es una situación única en Víznar, donde con 124 personas encontradas en 17 fosas abiertas, este es el primer caso de grupo asesinado con todas las víctimas maniatadas.