El vermut es a Reus (Tarragona) como el calçot a Valls, a pesar de que su origen se ubica mucho más lejos. Este popular vino macerado con botánicos y alcohol se remonta al descubrimiento en Egipto del ajenjo, una hierba imprescindible en su fórmula secreta. En el siglo XVIII, los italianos —que señalaron su origen en Bulgaria y Alemania— lo perfeccionaron hasta conseguir que medio mundo supiera lo que era un Martini, y los franceses se sumaron al carro inventando el vermut blanco.