El modelo de financiación, la sequía, los pésimos resultados del informe PISA en la educación o los problemas de vivienda. Y, por supuesto, la inédita decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de abrir un paréntesis en su agenda pública que ha agitado y envuelto de suspense este arranque de campaña electoral en Cataluña. Los debates y los mítines de los candidatos a estas elecciones del 12-M se centran en todos esos temas, pero la amnistía, esa medida que ha encendido el mapa político español en los últimos meses, pasa casi desapercibida y a un discretísimo plano. Socialistas e independentistas apenas la mencionan mientras la derecha la esgrime como una muestra de la cesión, dicen, del Gobierno al soberanismo.