La candidatura del favorito a las elecciones de Panamá sigue en aire a dos días del 5-M

La candidatura del favorito a las elecciones de Panamá sigue en aire a dos días del 5-M

A tan solo horas de que Panamá celebre elecciones presidenciales, el candidato considerado como favorito para ganar los comicios pudiera ser impedido de finalmente presentarse en la papeleta. José Raúl Mulino, un abogado conservador, lidera la intención de voto con más de 30% según distintos sondeos de opinión, pero el Tribunal Electoral estudia una impugnación que lo sacaría de la carrera.

Mulino sustituyó como abanderado al expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), inhabilitado tras ser condenado a 11 años de cárcel por lavado de dinero y asilado en la embajada de Nicaragua desde febrero pasado cuando se emitió una orden de captura en su contra. Desde entonces ha hecho campaña en favor de quien es visto como su delfín, y acumula el visto bueno de los simpatizantes de aquel, recordado por una bonanza económica durante su periodo de gobierno.

El gobierno de Panamá ha reclamado que Nicaragua permita a Martinelli hacer campaña desde su refugio, y el Tribunal Electoral permitió que Mulino lo sustituyera como opción electoral. Pero ahora la justicia panameña estudia una impugnación contra esa decisión pues el abogado no fue electo en primarias, como indican las reglas.

Este jueves la Corte Suprema de Justicia discutió por tercer día consecutivo el caso. Los nueve magistrados principales trabajan en sesión permanente desde el pasado martes 30 de abril.

Mulino es uno de los ocho competidores para la presidencia de Panamá que deberá gobernar entre el próximo julio y hasta el mismo mes de 2029. Este domingo también serán elegidos 71 diputados a la Asamblea Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano, 81 alcaldes, 702 representantes de corregimientos y 11 concejales. Más de tres millones de panameños están habilitados para votar.

El segundo candidato mejor ubicado según encuestas es el expresidente socialdemócrata Martín Torrijos (2004-2009), hijo del general Omar Torrijos, quien negoció con Washington la entrega del canal a Panamá.

Otro de los candidatos es el excanciller Rómulo Roux, quien en su cierre de campaña llamó a votar para lograr un “verdadero cambio”. Prometió crear 500.000 nuevos empleos, eliminar cargas impositivas a la clase media, implantar una beca universal y entregar ordenadores gratuitos a estudiantes. Además, asegura que brindará agua potable 24 horas al día, servicio de salud, y jubilación mínima de 350 al mes, además de un nuevo hospital oncológico en el centro del país.

Por su parte, el diplomático Ricardo Lombana ha prometido una gestión con transparencia, y ha delineado un plan para reducir la cantidad de diputados de la Asamblea Nacional y sacar a Panamá del Parlamento Centroamericano (Parlacen). Se comprometió a fijar un techo a la tarifa de la electricidad, depurar las policías, fijar una jubilación mínima de $360 y generar un servicio de salud pública de calidad.

Los independientes

Tres candidatos se postularon como independientes: la economista Maribel Gordón, la diputada Zulay Rodríguez y el exparlamentario Melitón Arrocha.

El candidato oficialista es el vicepresidente José Gabriel Carrizo, más conocido como “Gaby”, apoyado por el PRD del general Omar Torrijos. Está a la cola de las encuestas entre los candidatos con opción de triunfo, en una competencia sin balotaje, pero es respaldado por uno de los partidos con mayor estructura.

“Vamos a ganar de manera contundente”, dijo este miércoles en su cierre de campaña. Dijo que hay encuestas que así lo vaticinan, unas que son “de verdad” y que “no quieren publicar”.

Carrizo, el vicepresidente más joven en la historia del país, volvió a prometer reducir las jornadas de trabajo a cuatro días a la semana, la construcción de cientos de casas y un programa de becas para que los jóvenes puedan estudiar en el extranjero.

En Panamá las principales inquietudes del electorado tienen que ver con el costo de la vida, el acceso al agua potable y el deterioro del seguro social. Pero también en la discusión pública están los escándalos de corrupción del actual gobierno de Laurentino Cortizo. El Fondo Monetario Internacional augura que el crecimiento económico de Panamá pasará de 7,3% en 2023 a solo 2,5% este año, mientras la deuda pública se calcula cerrará en 50.000 millones de dólares.

Todo ello impactado por la reducción operativa del Canal de Panamá, afectado por la sequía adjudicada al cambio climático. El Canal es el motor económico de la nación, por donde pasa el 6% del comercio marítimo mundial.

Un asunto está en boca de todos, excepto de los candidatos: la crisis migratoria por la selva del Darién, paso habitual de migrantes que en 2023 sumó más de medio millón de transeúntes.

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