En Benalmádena, el Babel de lenguas visitantes superó hace mucho el habla andaluza. Las calles de esta ciudad costera malagueña, salpicadas de pubs ingleses, supermercados nórdicos o bufés orientales, no parecen lugar para efluvios de puchero o de guisos en amarillo, pero quien llegue a La Cocina de Elisa encontrará justamente eso. Y aunque su infancia haya discurrido por otros sabores, sentirá igualmente un abrazo materno: es el sello de Elisa Cadenas.