La marcha del comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, que desde diciembre actuaba como mediador entre el PSOE y el PP para tratar de desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyo mandato caducó hace cinco años, ha enfriado las expectativas de alcanzar un acuerdo antes del verano y ha extendido la inquietud entre la carrera judicial. Las principales asociaciones de jueces han emitido comunicados en los últimos días instando a la renovación “inmediata” y advirtiendo de las consecuencias de esta situación, que no solo afecta al funcionamiento ordinario del CGPJ, sino que hace tiempo que se deja notar en el día a día de los tribunales, especialmente del Tribunal Supremo, y que, según lamentan los jueces, está deteriorando la imagen que los ciudadanos tienen de la justicia.