Una de las principales causas de accidentes y de muertes en carretera en España es el exceso de velocidad. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) instala diversos dispositivos para tratar de controlar a los infractores que cometen estas imprudencias, entre los que se encuentran los cinematógrafos, más conocidos como radares.
En este sentido, la DGT ha anunciado que durante 2024 instalará un total de 88 nuevos radares de tramo por toda España, de los cuales tres se ubicarán en las carreteras asturianas. En la actualidad, el Principado solo cuenta con un dispositivo de estas características, ubicado en el Puente de los Santos, en la autovía del Cantábrico (A-8), que ejerce como frontera entre Asturias y Galicia.
Ubicación de los radares
Aunque la DGT todavía no ha hecho pública la ubicación exacta en la que se ubicarán estos dispositivos, sí ha confirmado en qué carreteras se colocarán. El primero está previsto que se posicione en la carretera AS-19, que une los municipios de Gijón y Avilés.
Otro se instalará en el Corredor del Narón (AS-117), entre las localidades de El Entrego y Sama. Finalmente, se prevé que el tercero se colocará en la AS-112, en el concejo de Aller, entre las localidades de Moreda y Cabañaquinta.
Cómo funcionan los radares de tramo
Estos dispositivos no son radares comunes como los cinematógrafos móviles, sino que tienen una peculiaridad que los hace distintos. Así, estos dispositivos se ubican en ambos extremos del tramo, calculando la velocidad media de cada vehículo en dicho tramo.
A la entrada del tramo, las cámaras graban y registran la matrícula del vehículo y, al final del recorrido seleccionado, otra cámara reconoce la matrícula que pasó por el punto de entrada y calcula la velocidad promedia de ese vehículo. Así, si la velocidad media está por debajo del límite, no hay infracción. Por el contrario, si la velocidad media es superior a la permitida, se procede a tramitar la denuncia.
