“Las relaciones con Marruecos han alcanzado un punto de no retorno”, advertía la semana pasada el presidente de Argelia, Abdelmayid Tebún, en el apogeo de la crisis diplomática que este marzo ha agravado hasta límites inusuales la tensión en el Magreb. Su Gobierno acababa de condenar la “expoliación” de bienes de la embajada argelina en Rabat y amenazaba con “responder a esas provocaciones por todos los medios”. El anuncio oficial marroquí de expropiar inmuebles pertenecientes a la legación diplomática se había producido tras la apertura, a comienzos del mes pasado, de una oficina de representación en Argel del Partido Nacional Rifeño, una formación proscrita que defiende la independencia de la región del Rif, en el norte de Marruecos.
La expropiación de inmuebles de Argelia en Marruecos agrava la tensión en el Magreb
