El honestismo ya es central en la política española: ahora, aquí, llevamos semanas y semanas en que no se discuten proyectos ni programas sino grados de corrupción: tú mucho, y tú más, y tú más más, y tu novio un montón.
El honestismo ya es central en la política española: ahora, aquí, llevamos semanas y semanas en que no se discuten proyectos ni programas sino grados de corrupción: tú mucho, y tú más, y tú más más, y tu novio un montón.