Smart Social Sicav surgió hace una década como un proyecto ilusionante. Un grupo de aficionados a la inversión creó un concurso, a través de las redes sociales, para descubrir talento inversor oculto. Se trataba de encontrar a gestores amateur que pudieran acreditar su buen hacer administrando una cartera virtual de activos. ¿Por qué los grandes gestores iban a estar solo en hedge funds y bancos de inversión? Spoiler: el experimento no salió bien.